El equipo colchonero necesita ganar, así fuera por medio gol, y lo logró. El 1-0 es un resultado que para la resistencia física y deportiva de los de Simeone, es mucho más que lo que indica el marcador. El Bayern lo intentó con más fe en la segunda parte, pero apareció la seguridad de Oblak para deprimirlos.
El Atlético-Bayern pagó la entrada del City-Real Madrid. Aceptamos que hay un gen romántico que nos invita a ligar por el equipo de Diego Simeone, aunque la nómina no sea de tres lochas. De los semifinalistas, sin embargo, es el patito feo de la Champions League. Ahora solo 90 minutos lo separan de la final, ahora con un fútbol más elaborado. Ejemplo de ello fueron los primeros minutos en el Vicente Calderón. El equipo presionó cada rinconcito de la cancha y exudaba tanta confianza que Saúl se lanzó un gol a lo Messi. Es injusto describirlo así porque no es la primera vez que el español lo consigue, sin embargo funciona para graficar su movimiento.
Thiaho, Bernat, Xavi Alonso quedaron en el piso, preguntándose si sus cinturas seguían en posición mientras el mediocampista enfrentaba la última víctima: Alaba. El mareo con este último fue más sicológico que físico, porque disparó como en una partida de pool, utilizando la banda (poste) y en efecto la bola fue a la buchaca. Apenas habían transcurrido 11 minutos.
Lo que sucedió después, sobre todo en la segunda parte, no está lejos de otros encuentros en los que el Atlético termina muy pegado al arco, esperando que sus delanteros noqueen al rival. Pudo hacerlo El Niño Torres en el minuto 74. El delantero recibió un balón de Antoine Griezmann en un contragolpe de dos colchoneros contra tres defensas visitantes. Torres se deshizo del último rival con un espectacular recorte y, al igual que Saúl, esperó que el poste actuara de transmisor eléctrico, pero esta vez el rebote no fue hacia adentro.
¿Lo pudo empatar Bayern? Sí. Sobre todo en la segunda parte, porque en la primera Lewandowski estuvo en otro partido. Vidal mejoró y Coman cedió su lugar a Ribery. Así, misil de Alaba fue repelido por el larguero (minuto 54); Javi Martínez no giró bien desde el punto penal (M. 56) y la pelota terminó en las manos de Oblak. Vidal también exigió al esloveno en el 73. Sin embargo, sobre los minutos finales daba la impresión que igual podrían darse 20 minutos de alargue y el resultado iba a ser el mismo. Queda para la elucubración qué pasará en Alemania si Ribery y Muller comienzan desde el pitazo inicial. ¿La ventaja es corta? Tal vez no haya equipo que se sienta más cómodo defendiendo una ventaja mínima como el Atlético. En una semana tendremos la respuesta.
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