La actual postemporada destruyó ese mito que insinuaba que en Venezuela no había beisbol sin la presencia de Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes. Por el contrario, el camino de Águilas del Zulia y Cardenales de Lara hacia la serie final estuvo acompañado por un masivo y constante apoyo de sus respectivas fanaticadas, incluso fuera de tierras occidentales.
Que ninguno de los eternos rivales estuviese en enero es, ciertamente, algo atípico. Es apenas la segunda ocasión desde la edición 69-70 que a ambas fanaticadas les toca consolarse entre sí por su despedida en diciembre.
Pero, a pesar de la ausencia de los conjuntos con mayor fanaticada en el país, Zulia y Lara tuvieron registros de asistencias más que positivos. Sus victorias fueron retribuidas con escenarios repletos en las dos fases iniciales de postemporada en este 2017.
Según la base de datos del numerólogo de Quality Sports, Gabo Chávez, al estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo asistieron un promedio de 14 mil 746 fanáticos por día. Inclusive, en el partido del martes 17, donde consiguieron la clasificación a la final, pagaron 20 mil 772 personas, siendo la mejor entrada de la temporada, superando el último Caracas-Magallanes (17 mil 343).
“Aquí lo que está más que demostrado es que los fanáticos vienen a ver a su equipo, y no a Caracas y Magallanes. Si bien en temporada regular son quienes convocan a más gente a cada plaza, en postemporada esto cambia”, comentó Carlos Miguel Oropeza, gerente general de Cardenales, que vio su sede en Barquisimeto repleta en casi todos sus partidos. “Sin duda que la mejor promoción que puedes tener es que el equipo haya llegado hasta esta instancia”.
Inclusive, estas cifras de asistencia arrojan varios datos interesantes: Bravos de Margarita, el equipo más joven del circuito, metió más gente en el Stadium Nueva Esparta en solo tres partidos que los Tiburones de La Guaira en seis encuentros en el Universitario.
Todo esto en una temporada con un importante incremento en el costo que representa ir al estadio, léase: entradas, cervezas, comida, taxis, estacionamiento y, si sobra dinero, algún artículo del equipo.
Una final sin los protagonistas de siempre
Si les pareció extraño ver béisbol en enero sin Leones o Navegantes, también les resultará bien raro que ninguno de ellos, ni los Tigres de Aragua, estén disputando el título en la LVBP.
Esta será la primera final en 32 años en que ninguno de estos tres conjuntos sea protagonista en la etapa decisiva del campeonato. La última vez que esto pasó fue en la campaña 82-83. En esa ocasión se enfrentaron, justamente, los competidores de este año: Cardenales y Águilas, con resultado favorable para los zulianos.
Que Caracas y Magallanes no hayan clasificado a los playoffs pasó a ser una curiosidad de la campaña 2016-2017. Lo que se ratificó en esta edición es que el beisbol en este país se vive mucho más allá de esta tradicional rivalidad, y que hay una gran cantidad de público amante a la pelota fuera de los polos entre melenudos y turcos.
La final del viernes será la segunda consecutiva para un representante de Venezuela después de la derrota de los Leones del Caracas en 2023 precisamente ante los Tigres del Licey.
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