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De vuelta a la cuna: Gleyber Torres vestirá el uniforme de Leones

Gleyber Torres estaba predestinado a vestir su nueva camiseta. Poco después de nacer el 13 de diciembre de 1996, una de las primeras prendas que vistió fue el uniforme a rayas que rezaba en el pecho “Leones”. Ahora a los 20 años deberá vestirse con una parecida.

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Texto: Andriw Sánchez Ruiz (@AnSanchezRu) / Fotografía: AP

La pasión de Torres por la organización crecía acorde con los centímetros de su estatura y la reputación que se ganaba en los campos capitalinos, con los Criollitos de Venezuela. Como campocorto nato, Omar Vizquel era uno de los nombres que repetía al tomar un rolling durante el natural juego de imitaciones que entretiene a los niños. Fue caraquista hasta que firmó su primer contrato profesional con Tigres de Aragua, a los 15 años.
“Gleyber siempre estuvo pendiente de jugar con Tigres. Lástima que nunca pudo debutar con la organización porque habían restricciones de los Cachorros de Chicago, en 2015 se lesionó y en 2016 jugó demasiado en ligas menores”, comenta Eusebio Torres, papá del segundo prospecto del béisbol y el mejor de los Yanquis de Nueva York, según MLB. “Nunca tuvimos nada en contra de Tigres; por el contrario, nos parece una organización extraordinaria”.
Tal y como sucede con los predestinados, las cosas le salieron bien a Torres. Este viernes se concretó el cambio que más ha sonado en los recovecos de la LVBP en las últimas dos semanas: la promesa pasó a las filas melenudas, mientras que Aragua recibió a los experimentados lanzadores Guillermo Moscoso y Víctor Gárate.
Gleyber puede, a partir de ahora, volver a recordar el primer amor que tuvo en un terreno de juego.
“Estoy bastante emocionado con este cambio. Mi familia es súper fanática del Caracas y yo siempre crecí con la mentalidad de ser parte de Leones”, le dijo Torres al departamento de prensa avileño. “Pasaron distintas situaciones pero ahora las cosas se están dando como siempre las quise y estoy súper emocionado y orgulloso de poder estar ahora con Leones”.
La razón de la transacción fue sencilla: Torres quería jugar en Venezuela, a pesar de conocer el valor que representa para la celosa organización neoyorquina. Pero si iba a tomar el riesgo, era mejor que lo hiciera con alguno de los equipos de Caracas. “Quería estar cerca de su casa”, explica su padre Eusebio. “Al lado de su familia y amigos”.
Tiburones de La Guaira estuvo interesado y, según fuentes, los aragüeños correspondieron la curiosidad. No obstante, la pieza clave para que se diera el cambio era el infielder Carlos Sánchez, quien los escualos prefirieron mantener en nómina.
Con el grandeliga de los Medias Blancas de Chicago fuera del mercado, los Leones sacaron más ventaja de la que ya tenían, además poseían brazos maracayeros que interesaban a los rayados: Moscoso y Gárate.
“Según lo hablado hay interés de los Yanquis en que complete su desarrollo en invierno”, argumenta Luis Ávila, presidente del Caracas. “Debería jugar este año, por un tiempo limitado. Posiblemente el mes de diciembre, pero lo más importante es que él quiere jugar, es fanático y su organización nos ha dicho no estar cerrados a su actuación en Venezuela”.
Fuente cercana a Torres incluso adelanta su llegada a noviembre, pero todavía falta mucho para saber con certeza la víspera de su llegada al Universitario. Primero deberá completar una larga temporada con el Scranton Wilkes-Barre RailRiders, sucursal Triple A de los Yanquis, y un posible llamado al equipo grande antes de que los rosters se expandan a 40.
“Independientemente de si llega a Grandes Ligas o no este año, el plan que hemos conversado con su representante es que esté con nosotros durante todo el mes de diciembre, sin descartar que pueda venir antes”, confirmó José Manuel Fernández, gerente deportivo, en la nota caraquista. “El cambio responde a una oportunidad singular de contar con un talento como el de él. Ya es una referencia en el beisbol de Estados Unidos, en ligas menores con los Yanquis, y que sin duda debe ser una para Leones, no solo esta temporada sino para el futuro”.
Torres solo tiene 20 años de edad, 6.7 años menos que el promedio de la Liga Internacional, según Baseball-Reference. Su promoción a Triple A fue necesaria después de dejar OPS de .863, cinco jonrones y 18 impulsadas  en el Trenton Thunder, filial Doble A de los mulos.
Maracay para los aragüeños

Como si fuera un imán, Torres arrastra el metal de las imprentas de prensa, no solo en Venezuela, también en los grandes medios de Nueva York. Ese poder mediático hace que la llegada de Moscoso y Gárate a Aragua pase un poco por debajo de la mesa pero, en teoría, es una transacción que le puede dar muchos beneficios a los maracayeros.
Ambos brazos poseen experiencia en el béisbol venezolano, están en el comienzo de sus 30 años y pueden ayudar una campaña completa. Moscoso estuvo un poco más alejado que Gárate de los diamantes criollos, pero por las limitaciones exigidas en la pelota japonesa, en donde estuvo por tres años. Ahora el derecho está en México, liga que pocas restricciones coloca.
“Estoy sorprendido por lo del cambio, nunca pensé que esto podía pasar”, admitió el zurdo Gárate, poco después de hacerse público el movimiento. “Pero también contento por llegar a una organización ganadora, que tiene muchos campeonatos. Soy de Maracay y la mayoría de mi familia es tigresa. Serán nuevos aires, pero haré lo que sé hacer”.]]>

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