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Voleibol venezolano viajó en el avión de Maduro para evitar forfait

A grandes males, grandes soluciones. Luego de cuatro días de suspenso y muchos más de imprevisión, sin una alternativa para trasladar a la selección de voleibol femenino al Final Four, las chicas partieron en un desesperado intento final por evitar un nuevo forfeit.

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TEXTO EUMAR ESAÁ @eumaresaa | FOTOGRAFÍA CORTESÍA

La novela del voleibol femenino terminó a las 11 de la noche de este jueves, a 30 horas del debut ante Australia en Canberra, en el Final Four del Grand Prix Mundial, el cuadrangular que definirá la promoción del torneo de selecciones más importante después de los Juegos Olímpicos y el Mundial. Sin haber conjurado la posibilidad de un nuevo forfeit, las chicas terminaron saliendo para la tarea casi imposible de llegar a tiempo, en el Embraer Lineage 1000 YV3016, un avión presidencial con bandera de Conviasa.
El recurso desesperado de última hora fue puesto sobre la mesa por el Ministerio del Deporte, que durante más de un año desde la clasificación del equipo y la asignación de las sedes, no fue capaz de bloquear los asientos ante el previsible avance al Final Four. Surgió luego de que se agotaran las opciones de conseguir un aeropuerto que otorgara el permiso de aterrizaje para un avión chárter que se contrataría a última hora.
Las negativas de Ciudad de Panamá, Lima y Santiago de Chile fueron reduciendo el margen de maniobra. La falta de visa estadounidense de parte de la selección obligaba a descartar Atlanta o Los Ángeles como escalas. La de Estambul que se usó para ir a Camerún era una ruta descabellada. Finalmente, un itinerario que para al sur de Brasil y en Ciudad del Cabo antes de aterrizar en Canberra es la apuesta final para, al menos, tratar de llegar al segundo partido contra Francia el domingo, porque la perspectiva de que no lleguen al de Australia está prácticamente cantada.
El vuelo trasladaba solo a 12 jugadoras y al entrenador Ihosvanny Chambers, y no a las 14 que formaron parte del equipo en la serie de Vargas, que definió la clasificación al Final Four. Las otras dos y el resto del cuerpo técnico cumplen una ruta todavía más cuesta arriba: viajaron a Perú en un chárter que traslada al equipo de pesas que va al Panamericano adulto en Miami, al voleibol masculino que el domingo debuta en la Copa Panamericana en Canadá, al atletismo adulto que debe volar a España para participar en el Campeonato Nacional, en busca de los cupos al Mundial de Londres, y al atletismo juvenil que va al Panamericano de la categoría, que será en Trujillo. Al momento de salir, ninguno tenía conocimiento de cómo conectaría con su destino final, ni siquiera estos últimos, que se movilizarán en vuelo doméstico.
Sería el segundo forfeit del voleibol en mes y medio y el cuarto de un equipo venezolano en el mismo lapso. Para la net alta, además de una nueva multa, que podría ascender a 30 mil dólares, el riesgo de la suspensión luce ahora más cercano. Ya la FIVB y Sports Event, poseedor de los derechos de transmisión, sufrieron pérdidas con el incumplimiento del masculino en la Liga Mundial.
De repetirse, la entidad internacional podría no ser tan comprensiva con la FVV y dar el siguiente paso: la suspensión de la federación. En ese caso, se verían afectados no solo el femenino, sino el masculino y la modalidad de playa en todas las categorías, e incluso los transfers, las transferencias de jugadores a clubes profesionales, que deben ser aprobados por la FVV. Sin la intermediación de ésta, los atletas que militan en el exterior deberán pagar la comisión completa de 5000 dólares a la FIVB, sin los descuentos que suelen negociar con la FVV cuando los contratos no son tan jugosos.
“Ni se imaginan la magnitud del problema que están ocasionando”, advertía la mañana del jueves la jugadora Aleoscar Blanco.

Lo que debía ser motivo de orgullo, el hecho de que por primera vez en la historia Venezuela esté incluida en la Liga Mundial masculina y el Grand Prix femenino en la misma temporada, terminó siendo un quebradero de cabeza, y sepultando la posibilidad de que el país vuelva a participare en este tipo de eventos, a pesar de que organizó con éxito la serie de Vargas el pasado fin de semana. Incluso salvándose de una suspensión, Venezuela quedaría descartada de cualquier iniciativa de desarrollo y del montaje de eventos regionales.
¿Cómo llegó el voleibol a esto? Yeivic Jiménez, venezolano miembro de la Comisión de Estadística de la FIVB, relata que hace dos semanas, luego de ver el rendimiento del equipo en la serie disputada en Camerún, sugirió al planificador del voleibol en el IND hacer un booking lock o bloqueo de reserva para Australia, un procedimiento mediante el cual se cancela un monto inferior a 10 dólares por cada pasajero, para mantener un número específico de asientos de un vuelo en espera, que se puede hacer a través de cualquier agencia de viajes. Si la clasificación no se daba, las pérdidas serían inferiores a 200 dólares. A juzgar por los recientes entuertos, la recomendación cayó en saco roto.
Desde la administración de Héctor Rodríguez, el Ministerio de Juventud y Deporte asume a través de planificadores y administradores todos los gastos de las federaciones, a las que no se le cancela más que el presupuesto de pago de personal y funcionamiento. Cualquier viaje tiene que ser tramitado por Mindeporte, que paga los desplazamientos hasta del poderoso fútbol, a fin de que los federativos no manejen recursos que otorga el Estado.
En conversación con las jugadoras al momento de salir al aeropuerto, el ministro Pedro Infante asumió toda la responsabilidad por lo sucedido. Pero ¿acaso la FVV no tenía ningún margen de maniobra para la autogestión en este caso? Los resultados del masculino en la Liga Mundial arrojaron premios por el orden de los 32 mil dólares (16.600 por el segundo lugar de cada serie). El Grand Prix dejó 25 mil, 12.500 por semana. Además, la temporada pasada 36 jugadores pagaron transfers por sus contratos en el exterior, aunque no todos cancelaron la tarifa de 5000 dólares. ¿Se pudo haber cubierto el traslado con un compromiso de pago posterior por parte de Mindeporte? ¿Se pudo haber tramitado el visado estadounidense de toda la preselección, previendo que en algún momento se necesitara esa ruta? ¿No hizo la federación un cálculo técnico que permitiera prever, como confiaba todo el equipo, que la clasificación era posible?
Por el momento, Australia ya accedió a una segunda reprogramación del partido del sábado con Venezuela: a las 7 pm la primera vez y ahora a las 8 pm. Seis mil personas han pagado hasta ahora su boleto para ver el partido. Los organizadores agotan todas las vías para no perder ni la taquilla ni los derechos de televisión y comercialización. Hasta el pago de árbitros y los gastos de alojamiento y alimentación no aprovechados entrarían en el balance de pérdidas de la Federación Australiana. Aunque el mundo se le ponga chiquito al voleibol nacional, las distancias seguirán siendo las mismas, y la posibilidad de una sanción que marque el fin de una era se acerca con cada hora de vuelo del Embraer Lineage.]]>

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