Con el conocimiento de que el 23 de enero se realizarían una serie de movilizaciones planificadas por la Asamblea nacional y que terminó con el diputado y presidente del Parlamento, Juan Gauidó, juramentándose como mandatario encargado de la nación, focos de protesta que se arrastraba desde el lunes volvieron a ser noticias en distintas ciudades del país.
La dinámica hacía inevitable pensar en el año 2017, calendario que vio caer a más de 100 personas a manos de la represión de los cuerpos de seguridad del Estado, muertes que todavía duelen y de las que aún se desprenden denuncias sobre el atropello a los derechos humanos en Venezuela.
Con el contexto y el lamentable recuerdo fresco, jugadores del conjunto melenudo prefirieron hacer una pausa y solicitaron la suspensión del choque del miércoles; sin embargo, la negativa por parte de la liga llevó a que saltaran al terreno de juego.
No hacerlo habría sido costoso, pues la victoria quedaría del lado de los crepusculares, en este caso por la vía del forfeit.
La versión que trascendió entre medios, periodistas y fanáticos fue la de Jesús Guzmán, referente de los capitalinos, quien en su cuenta de Instagram anunció la decisión a la que había llegado parte de los elementos de mayor experiencia de la organización junto al cuerpo técnico.
“Hablamos con los peloteros de Cardenales y su cuerpo técnico y ellos decidieron jugar. Entiendo la situación de Cardenales de Lara al querer jugar, pero lo que está pasando en Venezuela es responsabilidad de todos los venezolanos”, escribió.
No obstante, y según el periodista Ignacio Serrano, la gerencia de los larenses había solicita dar inicia a la gran final el lunes 21 de enero para que el calendario permitiera a los equipos estar libres de responsabilidades el día 23; sin embargo, Leones exigió subir el telón el martes por motivos de planificación.
“Creo que el beisbol es una fiesta que todos los venezolanos tenemos que disfrutar y en este momento no estamos para fiesta, el país está primero y deberíamos entenderlo como profesional”, agregó Guzmán antes de que los equipos saltaran al campo del Antonio Herrera Gutiérrez a las 9:00 pm.
Alrededor de 11.000 personas se presentaron en el escenario barquisimetano.
En medio de irregularidades en el ámbito social, sumadas a las inconsistencias políticas de Nicolás Maduro en el poder, el béisbol cumplió con sus responsabilidades. Éticamente, tanto la LVBP como los jerarcas de los pájaros rojos quedaron en deuda con un conflicto en el cual no estaban obligados a asumir postura, pero no por ello sus obligaciones con un calendario establecido los eximían de cuidar a sus elementos, esos encargados de asegurar el espectáculo.]]>
