‘La Niña de Oro’, dice un cartel con viejas fotografías suyas junto al ring del humilde gimnasio caraqueño en el que lanza golpes desde los 7 años. Allí, donde se enamoró del boxeo, Tayonis Cedeño sigue combatiendo.
Muchos le decían que boxear era cosa de niños. No los escuchó y ahora es una ágil minimosca (hasta 49 kg) de 25 años que busca saltar al profesionalismo tras ganar como amateur dos campeonatos de América y medallas en Juegos Bolivarianos y Sudamericanos.
«Es hora de que la mujer sea reconocida como los grandes deportistas masculinos», afirma. «Vamos a romper barreras».
Venezuela tiene larga tradición boxística, con un campeón olímpico -Francisco ‘Morochito’ Rodríguez en 1968- y numerosos campeones mundiales, pero hay brechas entre hombres y mujeres en el cuadrilátero. Aunque Karlha Magliocco o Mayerlin Rivas han derribado muros, aún faltan puñetazos por la equidad.
Pregunta: ¿Qué te ha aportado, como mujer, el boxeo?
Respuesta: «Mucha fortaleza tanto mental como físicamente. He aprendido que las mujeres podemos hacer cosas maravillosas, aunque nosotras a veces nos creamos ese cuento que nos enseñan desde pequeñas: que somos puras muñecas. Practiqué karate y era muy buena; pero en lo que conocí el boxeo, me encantó, me enamoré. La idea de que la mujer no puede practicar esto, yo no me la creo. Aquí estamos las mujeres en el boxeo dando la cara. Estuvo Kharla Magglioco (boxeadora olímpica en Londres-2012). Dicen: ‘No, ese deporte no es para ti, tú eres una niña’. Rompemos con eso cuando nos damos cuenta de nuestro potencial. Tengo una sobrina que está practicando karate. Me recuerda mucho cuando inicié mi carrera».
P: ¿Sentiste presiones familiares?
R: «Siempre he tenido el apoyo de mi papá y mi mamá, pero vecinos, mis tíos, amistades, decían: ‘¿Cómo puedes tú practicar eso si eso es de hombres?’. Las mujeres somos capaces de muchas cosas. No vamos a ir muy lejos: Yulimar Rojas (medallista olímpica y múltiple campeona mundial en salto triple en el atletismo) ha sido un ejemplo, una mujer vencedora, luchadora. Mi hermano comenzó en el boxeo primero, yo lo acompañaba. A los días, estaba muy inquieta, me paraba y le daba a los sacos, y el profe (Ildemar Paisán) notó eso y me dijo: ‘Si te gusta, puedes practicarlo’. Hablé con mi papá e inmediatamente comenzamos».
P: ¿Cómo es la situación del boxeo en Venezuela?
R: «Se ha podido ayudar a dos grandes de nuestro deporte (amateurs que debutaron como profesionales en 2019), Yoel Finol y Gabriel Maestre, pero las femeninas (de la última generación amateur) no hemos podido brincar al profesional. El masculino sí tiene mucho apoyo por parte del ministerio (de Deportes), de todas partes, pero el femenino siento que nos hace falta un poco más, hace falta ese empujón para nosotras explotar».
P: ¿Ha sentido discriminación?
R: «Ha pasado en viajes. Dicen: ‘Va a ir el masculino nada más, porque ellos son los más seguros (en busca de medallas) de los que están haciendo el ciclo olímpico’. Ellos son la prioridad».
P: ¿Ha mejorado el respaldo a las boxeadoras femeninas desde que empezaste?
R: «Sí, ha progresado, pero nos hace falta más roce, enfrentarnos más con rivales de afuera, más que todo de Europa, porque son rivales muy fuertes. Nos hace falta experimentar más».
P: ¿Ha sufrido o visto acoso sexual en el boxeo?
R: «No. Yo te puedo decir que he trabajado con diferentes entrenadores y todo ha sido respeto, respeto mutuo. Nunca, gracias a Dios, he pasado por algo así».
P: ¿Qué mensaje da en el Día de la Mujer?
R: «A todas las mujeres, a las niñas que van creciendo, que descubran qué hay en ellas y qué pueden lograr, creyendo en ellas. Vamos a romper barreras, vamos a llegar lejos, y es hora de que la mujer sea reconocida como los grandes deportistas masculinos».