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Trapitos al sol desde El Capitolio. Bye Bye Trump, Welcome Biden

Fue una sobria ceremonia en un Washington DC fortificado. El despliegue de 25.000 guardias de seguridad más allá de proteger la cúpula del poder fue una demostración de dominio arrollador. ¿Cómo lucieron los más destacados de la ceremonia? La moda, con errores y aciertos de los diseños, también dio qué hablar a los más frívolos.

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¡Albricias¡ el show de Trump is over. Gélida estuvo la mañana del miércoles 20 de febrero hasta que Lady Gaga hizo su entrada triunfal con la kilométrica falda roja entonando el himno nacional, alebrestando adrenalina con una interpretación que pasará a la historia.

Dicen los más allegados a Trump que éste ha roto innumerables férulas porque se le ha recrudecido el bruxismo las últimas semanas. Y, es que después del asalto al Capitolio todo lo que dice o hace es un revés. Exuda iracundia y arrogancia. Cuatro años en el poder le insuflaron el apetito por más. ¨Regresaré de alguna forma¨, fueron sus últimas palabras.

Seguramente cuando llegó a su querido Estado de Florida y se empantufló en casa, le pidió a Melania: «please, baby, order a pizza» y comiéndose un triángulo con las manos, sentado frente al televisor, vio en diferido a puerta cerrada, la toma de posesión de su archienemigo, Joe Biden. ¿Qué le costaba ser caballero y ceder el mando? Mike Pence siguió el mal ejemplo de su jefe, retirándose antes de tiempo del acto protocolar.

Fue una ceremonia insólita en un Washington fortificado. El despliegue de 25.000 guardias de seguridad más allá de proteger la cúpula del poder fue una demostración de dominio arrollador. Cuidado si no había un satélite rastreando conatos de atentados o loquitos desatados.

¿Cómo lucieron los más destacados de la ceremonia?

Joe Biden y Douglas Emhoff

El Presidente y el Segundo Caballero, como ahora se le dice al esposo de la Vice Presidenta, Kamala Harris, llevaron trajes de la veterana firma Ralph Laurent. Sobrios, no podía ser de otra manera. Este último vivió su atrévete a soñar, pues antes, durante y después del acto, estuvo de brinquito a diente pelao.

Joe Biden (L), flanqueado por la primera dama Jill Biden jura como 46vo presidente de los Estados Unidos de América este 20 de enero de 2021 en el Capitolio, Washington DC. (Foto: Saul Loeb/ AFP)

Jill Biden

La Primera dama entrante lució un abrigo con puños y solapa de terciopelo como esos de tela gruesa, típicos la reina de Inglaterra, que la hizo lucir un tanto demodé. Por debajo tenía un vestido a tono con un textil de incrustaciones de cristales de Swarovsky y perlas. El diseño era de la marca emergente Makarian, fundada en 2017, liderada por Alexandra O”Neil. El corte de pelo grafilado hacía ver a Jll algo despeinada como si se hubiese bajado de una moto. En Fin, esperemos que tenga buenos asesores, aunque no hay mucha esperanza al respecto.

Jill Biden, la primera dama.

Kamala Harris

La verdad sea dicha, el púrpura no pegaba con su hermoso tono de piel tostado. Hillo tempore, el púrpura que tanto le gusta a Hillary Clinton, se asocia al poder, color distintivo los emperadores romanos que solo ellos podían llevar. La vice presidenta escogió Rogers & Hudson, diseñadores afrodescendientes (John Rogers es de Luisiana y Sergio Hudson de Carolina del Sur). A ella le encantan las perlas que no fallaron. Qué bonito le hubiese quedado el color durazno, melón o amarillo.

Kamala
Kamala Harris. Foto Erin SCHAFF / AFP

Jennifer López

Aplausos al paciente estilista que le colocó las extensiones. Despejado el rostro con el pelo recogido en cola de caballo, su abundante y larga melena con reflejos dorados caía sobe su espalda cual Salto Ángel en época de lluvia. Ella debe ejercitar hasta la musculatura de los párpados para poder aguantar los abanicos de pestañas postizas. Tanta exuberancia de pelo reflejando un eros recatado, en comparación a los reveladores vestidos como aquel Versace verde perico, sucedáneo de Viagra.

JL cantó «This Land is your land» y «America the beautiful». Lo máximo fue verla con el anillo de compromiso que le dio su prometido Alex Rodríguez y la pinta de pies a cabeza by Chanel, accesorios incluidos. 20 puntos.

Jennifer López en su entrada triunfal.

Lady Gaga

Madonna siempre ha tenido un pique con Lady Gaga. Se entiende porque siempre se roba el show. Su vestido ¨efecto wao¨  by Schiaparelli Haute Couture, fue una creación de Daniel Roseberry. La tela de la falda de ciberlina de seda combinaba con una chaqueta azul marino de cachemir bien entallada, manga larga y cuello cerrado que hacia resaltar su esbelta figura. Fue muy comentado el detalle de la enorme paloma de la paz en pleno vuelo llevando un capullo en el pico. Optó por llevar el cabello recogido con una trenza en la mitad de la cabeza a modo de diadema. ¿Cómo será el vestier de Lady Gaga?.

Lady Gaga con su vestido de larga cola.

Melania Trump

La gran ausente. La última imagen como First Lady fue con un look totalmente europeo. Chaqueta Chanel, vestido Dolce Gabbana, zapatos Christian Louboutin y la cartera modelo Birkin de Hermés hecha en cocodrilo, cuyo precio debe rondar los 45.000 $. Ella, para variar, divina, pero con cara de póker. No optar por una marca americana lo interpretamos como una falta de tacto.

Donald Trump salió por la puerta trasera, opacando sus resultados en materia económica. Foto AFP

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