BES promete a Pdvsa 300 millones
Otros clientes institucionales no recibieron las "cartas de patrocinio" que recibió Venezuela y pueden llevar el caso a tribunales por el agravio.
Economía
La empresa de auditoría KPMG confirmó que el Banco Espírito Santo (BES) suscribió dos «cartas de patrocinio» -un instrumento consensual que una empresa matriz emite para asegurar la solvencia patrimonial de otra empresa- para garantizar a Venezuela su inversión en el grupo empresarial del Grupo Espírito Santo, informó Efe.
Dos de los administradores del BES garantizaron -en la carta- a Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) que les reembolsarán su inversión en deuda emitida por una de las sociedades pertenecientes al Grupo Espírito Santo. El valor de esta restitución ronda los 300 millones de euros.
El máximo responsable de KPMG en Portugal, Sikander Sattar, aseguró que esas cartas «no las divulgaron ni a los auditores ni a los miembros de la comisión ejecutiva hasta que fueron identificadas» mes y medio más tarde. El texto data del 9 de junio, pero fue publicado a finales de julio luego de una auditoría que detectó «irregularidades» en el seno de una de las sociedades del grupo financiero.
La garantías pueden ser una prueba de que la administración del banco ocultó información a los auditores y los reguladores portugueses. Las evidencias apuntan a que se incumplió el plan acordado -separar el banco del Grupo Espírito Santo y evitar el contagio.
El BES fue intervenido por el banco central de Portugal a principios de agosto debido a su delicada situación financiera. Las pérdidas multimillonarias incluyen provisiones para cubrir las fianzas.
El informe de KPMG provocó dificultades para encontrar financiación para las empresas del Grupo Espírito Santo. Esto lo lleva al borde de la quiebra.
Sattar reconoció que existe la posibilidad de que el caso termine en tribunales porque otros clientes institucionales -entre ellos la operadora Portugal Telecom- compraron deuda del Grupo Espírito Santo y no obtuvieron «cartas de patrocinio», pueden denunciar la preferencia como un agravio.
