Después de casi 50 años de operar en Venezuela, en enero del 2015 la autopartista estadounidense Dana vendió sus fábricas en el centro del país a un grupo local, luego de que el ensamblaje de autos colapsara bajo el peso de la deprimida economía local.
Agotada por la severa crisis, con alta inflación y controles gubernamentales de cambio y precios, la multinacional terminó traspasando su negocio venezolano sin recibir pago alguno.
Las empresas multinacionales en el país no solo sortean los embates de la hiperinflación sino también las medidas impuestas por el gobierno, reseña una nota de la agencia Reuters.]]>
#LuxLeaks son los acuerdos fiscales que representan miles de millones de euros de ingresos fiscales para los Estados donde entre las multinacionales obtienen sus beneficios que fueron revelados por medios de comunicación internacionales.
