Industria de autopartes denuncia competencia desleal por aumento de importaciones

La industria de autopartes en el país atraviesa una complicada situación. Además de que están trabajando muy por debajo de su capacidad instalada, les toca competir con importaciones de repuestos y autopartes que no pagan los costos que ellos deben cancelar para sus operaciones en Venezuela.

Omar Bautista, presidente de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Autopartes (Favenpa), confirmó lo que ocurre en este sector: “La actividad de la industria de autopartes ha disminuido severamente por la caída de la demanda. En estos momentos solo 60% de las empresas están trabajando y lo están haciendo a un nivel muy por debajo de su capacidad productiva”.

Precisó que a pesar de este panorama, las importaciones de autopartes y repuestos automotrices están creciendo en el territorio nacional, lo que a su parecer es un contrasentido.

“Están creciendo las importaciones, no de las partes que no se fabrican, sino de las que ya se fabrican en el país y están compitiendo de una manera desleal con la producción nacional (…) El año pasado aumentaron 49% en peso, en toneladas, y esa es una cantidad muy importante, mientras el sector de autopartes ha disminuido totalmente”.

El presidente de Favenpa señaló que las baterías, neumáticos y pistones están sometidos a una competencia desleal porque los importados son exonerados del impuesto a la importación, el pago del Impuesto al Valor Agregado y la tasa aduanera.

Lo negativo del asunto, según explicó Bautista, es que precisamente las empresas que fabrican esos productos son las que más empleo ofrecen porque ocupan a 2.000 trabajadores directos.

Dijo que las empresas hacen un esfuerzo importante para mantener esa nómina de trabajadores y mientras tanto, la importación sigue creciendo.

El factor puerta a puerta

Bautista destacó que adicionalmente la modalidad de envíos puerta a puerta en el país también afecta al sector de las autopartes y repuestos automotrices, pues en muchos casos se aprovecha con fines comerciales y sin pagar impuestos. Indicó que llegan radiadores, material de fricción, filtros diversos, empacaduras y pastillas de freno, entre otros, que se fabrican en el país.

Explicó que este tipo de comercio informal, que sigue creciendo, no emite facturas de productos, mientras la industria que mantiene sus operaciones en el país cancela todos los impuestos que les corresponde.

“Además estamos viendo que ingresan autopartes con dudosa calidad, con certificaciones ya vencidas, de procedencia desconocida y hasta usados sin permiso de Sencamer (…) Los bodegones que se instalaron para ofrecer productos tradicionales que todos conocemos ahora también están exhibiendo autopartes y repuestos importados y hasta vehículos”.

En un tiempo la ciudad de Valencia, en el céntrico estado Carabobo, era la cuna de la industria automotriz en el país con grandes ensambladoras de vehículos como General Motor, Chrysler y Ford Motors, por mencionar solo tres de las más importantes. Eso cambió. Solamente queda operativa, a un mínimo de su capacidad, la planta de Ford, en la zona industrial de la capital carabobeña.

Sin embargo, Bautista señaló que aun hay un tejido industrial asentado en Valencia que se mantiene laborando “y dando la pelea”, a pesar de la realidad que enfrentan.

Favenpa solicitó al Ejecutivo Nacional que detenga las importaciones, sobre todo de aquellas autopartes que están perjudicando o dañando a la industria nacional y que a juicio de los representantes del sector podría significar la estocada final para este sector productivo.

“Es importante y urgente que se le de un apoyo a la industria nacional, al empleo nacional, en lugar de seguir propiciando las importaciones, sobre todo la anarquía de esas importaciones. Eso es lo que más nos preocupa”, insistió Omar Bautista, presidente de Favenpa.