La película donde aparece Oscar Pérez: El CICPC tiene su Top Gun

Que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) levante la moral con una cuña en forma de película de 90 minutos, en momentos en que su reestructurador Freddy Bernal busca la reelección, no tiene nada de extraordinario. Top Gun (1986) fue definida por uno de sus propios productores como un video de reclutamiento para la Armada estadounidense y lo mismo se puede decir de un filme más reciente, Batalla naval (2012), con Rihanna (¿qué sería de las peluquerías venezolanas sin Rihanna y Beyoncé?). Un caso venezolano menos recordado es Hombres del mar (1977),con José Bardina, apología de la actual Armada Bolivariana.
Con efectos especiales de una bala que pega en un casco, computadoras con interfaz holográfica estilo Minority Report e Iron Man  y secuencias de entrenamiento del legendario Grupo BAE que incluyen lanzamientos en paracaídas de perros antidrogas en Higuerote, la recién estrenada Muerte Suspendida va por el rescate del espíritu del cine policial de la era petejota estilo Cangrejo (1982), aunque sin desnudos femeninos y despacho regulado de groserías, reservadas para el enemigo claramente identificado: el paramilitarismo importado de Colombia (de inmediato escucharás un “Restrepo”). La película dirigida por el debutante Oscar Rivas Gamboa incluye una Operación de Liberación del Pueblo en un barrio llamado La Acequia.

En los créditos, como responsable de la idea del filme, aparece José Gregorio Sierralta, el director el CICPC removido y posteriormente restituido luego de la batalla campal de Quinta Crespo entre la policía científica y los colectivos 5 de Marzo y Escudo de la Patria en octubre de 2014 (ésa era le película).
La arquitectura del reparto de Muerte Suspendida ya merece un documental aparte. Incluye un verdadero detective del CICPC, Oscar Pérez, que físicamente hace recordar los ojitos claros del periodista de farándula de Venevisión Plus, Pedro Padilla, mejor conocido como el ex conductor de Los Pepazos de la Pepa. El protagonista es Claudio de la Torre, uno de los dos asesinos seriales revelados en el capítulo final de la telenovela La Viuda Joven. También hay una Chica Polar (Yuvanna Montalvo, lamentablemente neutralizada en las primeras de cambio, cuando prometía convertirse en lo mejor del filme) y una Chica Brahma (Jessika Grau). Está el memorable gordo del Loco Video Loco, Saúl Borges, recordado por sketchs como el del panadero amotinado. Hay una animadora de La Bomba cuya familia en la vida real estuvo implicada en un escabroso suceso de páginas rojas, Charyl Chacón. Hay un ex Ají Picante (Héctor Peña) y una ex Bienvenidos, Yulika Krausz.
Yeimmy Rodríguez, reina del Carnaval de Vargas 2015, se destapa como la sucesora de Rosita en el papel de Timby. Como sicario colombiano, con el aterrador Zapata 666 de compinche, está un algo barrigón Laureano Olivarez, cuyo nombre escriben “Lauriano” en los créditos finales.
Antonio Cuevas, veterano actor simpatizante del proceso, interpreta al próspero comerciante portugués secuestrado, de apellido Correia (sin parentesco con el redactor, cuya familia no posee ni siquiera un abasto). Antes de caer en las garras del paramilitarismo, el señor Correia supervisa el arribo de containers e imparte a sus empleados algunas órdenes que suenan sospechosas en la Venezuela de 2015: “Repongan todo lo que se agotó”.

Infaltables los típicos códigos numéricos de la jerga de los taxistas de línea: “Hemos conseguido un 33 del sujeto 52”. “Siga a un 88 de alta cilindrada”.Abundan los diálogos descriptivos de una notable formalidad, es decir, todo lo contrario de las también pudorosas películas para toda la familia del Conde del Guácharo, de los que hemos rescatado algunos ejemplos:
Ejemplo 1:
—Familiar de comerciante portugués secuestrado: “Gracias a usted y a la institución que representa”
—Comisario del CICPC: “Es nuestro trabajo”.
 Ejemplo 2:
—Detective Robles (el de ojitos claros), con musiquita sentimental de piano de fondo, mientras le notifica a su hijo que deben suspender el viaje de vacaciones a la playa: “La vocación que tu padre escogió es servir a los demás”.
 Ejemplo 3:
—Detective Galíndez (Claudio de La Torre), a su mujer, en interiores de Calvin Klein, en justificación similar a la del ejemplo anterior, aunque en un contexto más íntimo: “Yo quiero que tú entiendas que yo soy policía y que amo mi carrera”.
 Ejemplo 4:
—Funcionario del CICPC a otro colega, luego de la detención de un criminal que atracó una joyería: “Cumple el deber de notificarle los hechos de los que se le imputan”.
 Ejemplo 5:
—Funcionario del CICPC a malhechor que trata de corromperle pasándole comisión: “No intentes sobornarnos, o te irá peor”.
 Ejemplo 6:
—Comisario jefe del CICPC interpretado por Marcos Moreno, recatadamente indignado: “En honor de esta familia vamos a partir el alma a esos hijos de su madre”.
“Nos sorprendieron por agua, tierra y mar”, reconoce asombrado uno de los paracos asediados por buzos, pastores alemanes, helicópteros y laboratorios de última tecnología de reconocimiento de ADN, tras lo que no queda ninguna duda: con el CICPC presente en París, se hubiera evitado el rolling que se le fue entre las piernas este viernes a las desbordadas autoridades antiterroristas francesas. Ahora se espera con ansiedad el anuncio de la segunda parte de la película: Una avioneta en Haití.
(Esta nota fue  publicada por primera vez en El Estímulo el 20 de noviembre de 2015)]]>