El hambre en Venezuela

Kape Kape: comunidades indígenas comen una vez al día y beben agua de los ríos (+ Audio)

Kape Kape llevó a cabo un estudio para visibilizar la situación alimentaria de las comunidades indígenas y sus resultados son preocupantes

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La crisis humanitaria compleja por la que atraviesa Venezuela no solamente se evidencia en las ciudades, selva adentro, las comunidades indígenas siguen adoleciendo de servicios públicos, atención de salud y alimentación acorde. La Asociación Civil Kape Kape realizó un estudio sobre estos temas evidenciando la grave situación de inseguridad alimentaria que padecen.

José Naveda es promotor bilingüe y forma parte Kape Kape, por lo que explicó en el programa En Este País, que se transmite por la Red Nacional de Radio Fe y Alegría, que las comunidades indígenas están a oscuras, no cuentan con atención médica y gran parte de ellas han tenido que reducir las porciones de comida al día.

“Las comunidades indígenas han presentado serios problemas con los servicios públicos y salud desde hace más de 20 años. En el caso de Delta Amacuro, existen comunidades que toman agua directamente del río lo que ha disparado la tasa de mortalidad en la población infantil warao. Hay muchas comunidades en las que la muerte de niños se ha vuelto cotidiana”.

Naveda comentó que Delta Amacuro cuenta con una ambulancia fluvial gracias a la UNICEF que junto a la coordinación con la gobernación también activaron un hospital flotante. Igualmente indicó que la gobernación lleva adelante un plan de vacunación en las comunidades.

Los platos indígenas se vacían

Kape Kape llevó a cabo un estudio para visibilizar la situación alimentaria de las comunidades indígenas y sus resultados son preocupantes. En estas zonas de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro el nivel de inseguridad alimentaria moderada y severa supera el 50%.

“Medimos el nivel de inseguridad alimentaria de las comunidades indígenas y encontramos que el 24% presenta inseguridad leve, 20% inseguridad moderada y 31% inseguridad severa. Eso quiere decir que si sumamos los porcentajes el 51% de las comunidades indígenas de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro presentan inseguridad moderada y severa.

El activista por los derechos humanos aseguró que la variedad y calidad de los alimentos que consumen los pueblos indígenas se ha visto comprometida, además que la reducción de las porciones los tiene comiendo una vez al día.

“En el Delta Amacuro persiste el hambre, en las personas en edad productiva predomina el salario mínimo. Algunos reciben algún pago por el sistema Patria, pero eso no alcanza. Muchos de ellos sobreviven por remesas de familiares desde Brasil, Trinidad o Guyana”.

Arco Minero de la discordia

Los efectos del Arco Minero se evidencian día a día no solo en los niveles de inseguridad que hay en los territorios indígenas, sino en la salud de los mismos. Los ríos presentan contaminación por mercurio lo que los afecta de forma directa.

“Desde 2012 cuando Hugo Chávez presentó su visión de desarrollo del Arco Minero las comunidades indígenas se pusieron en alerta. En 2016 Nicolás Maduro puso en marcha ese proyecto creando una zona estratégica de 111 mil kilómetros cuadrados, lo que ha tenido un impacto negativo”.

Naveda califica esta actividad como “la fiebre del oro”, misma que afecta los ríos y peces, por consiguiente, también la alimentación de los indígenas. “No solo eso, también se ve trata de niños y jóvenes en zonas mineras, además de asesinatos de líderes indígenas”.

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