Consumo

Doce horas de cola para comprar dos kilos de harina de maíz en el mercado de Catia

En el mercado municipal de Catia, en el oeste de Caracas, los consumidores hacen colas hasta de 12 horas para poder comprar productos básicos regulados los días jueves, sin terminal de cédula y sin necesidad de pertenecer a algún consejo comunal. Los llamados "colectivos" son los encargados de "poner el orden".

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Mercado de Catia - colas
Foto: El Interés

Cada jueves llegan al popular mercado productos de primera necesidad regulados, entre ellos harina de maíz, aceite y pasta. No piden cédula de identidad para hacer la compra, pero sí para asignar un número en la cola.
“Aquí las colas comienzan a formarse en la noche del miércoles o la madrugada del jueves. Yo tengo 50 años, vivo en la carretera vieja Caracas-La Guaira y llegué a las 4:00 am, pero mi mamá, que tiene 75 años, está con otro grupo de personas mayores haciendo la fila. A las 10:00 am estábamos en el mismo lugar que cuando llegamos, así como otras docenas de personas”, señaló Jhonny Carrillo, vendedor ambulante.
El Estímulo estuvo presente en el operativo del jueves 22 de junio por invitación de los vecinos de Catia, municipio Libertador.
Al llegar a la zona, las colas eran inmensas. Más de cuatro filas, una de ellas para personas adultas, con discapacidad, mujeres con niños y embarazadas.
Integrantes de varios colectivos, que prefieren que los llamen “colaboradores”, organizaban las colas, solicitaban las cédulas, marcaban con un número en el brazo a las personas, quienes posteriormente podrían ingresar al mercado y comprar dos kilos de harina de maíz por Bs 1.800.
“Aquí hay personas que han hecho una cola hasta por 12 horas y han tenido la suerte de comprar dos kilos de harina, yo he venido dos jueves seguidos y me tengo que ir con las manos vacías. En mi comunidad hace un mes pagamos por la caja de productos que entregan a través de los Comités Locales de Alimentación y Producción (CLAP), y todavía no nos llegan los alimentos. En casa lo que estamos comiendo es verdura sancochada con sardinas”, señaló Julio Escalona, habitante de Catia.
Los habitantes aseguran que los revendedores y los amigos de los colaboradores son los primeros en comprar e ingresan en varias ocasiones. El mercado municipal de Catia está bajo la administración del alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, uno de los dirigentes más importantes del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV.
– Venta ilegal –
Los molestos denunciantes señalaron que mientras tienen que hacer largas colas para tratar de comprar alimentos, a las afueras del mercado hay revendedores conocidos como “bachaqueros”, que ofrecen los productos al mayor, por bultos.
“Vamos para que vean, se van hacer pasar por personas interesadas en comprar y pregunten, aquí no pueden tomar fotos, esas personas son muy violentas y te pueden agredir si sospechan que son periodistas”, dijo uno de los guías al equipo reporteril de El Estímulo.
Se constató que un grupo de revendedores, la mayoría jóvenes, varias mujeres y niños, ofrecían al detal el kilo de harina de maíz en Bs 8.500, al igual que el kilo de arroz. El azúcar lo ofrecían a Bs 6.000 y el kilo de leche completa marca Casa que produce el gobierno en Bs 25.000, la mexicana que viene en las cajas del CLAP, en Bs 20.000, el doble de lo que cuesta la caja que contiene una veintena de productos.
Los distintos alimentos a la venta por bultos, los tenían ocultos en bolsas negras, morrales y maletas. Todo esto bajo el conocimiento de los funcionarios de la Policía Nacional y la Guardia Nacional, que custodian la zona.
“Exigimos a las autoridades competentes que investiguen este caso. Que retomen los operativos para combatir las mafias de los revendedores, que investiguen cómo hacen para tener esa gran cantidad de alimentos subsidiados, mientras que personas que pasan hambre no pueden comprar los productos”, indicó Mirna Castillo, habitante de un barrio de Catia.
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