De interés

Generación Dink: la búsqueda de dinero y libertad sin hijos

Muchos los consideran egoístas y ambiciosos. La generación Dink modificó la concepción tradicional sobre la vida en pareja y los hijos y es un estilo de vida que cada vez suma a más adeptos, mientras que los gobiernos se preocupan

Publicidad
generación Dink
archivo

Las alarmas en China se encendieron. Los últimos datos demográficos muestran que los mayores de 60 representarán más del 30 % de la población china en 2035. Esto es considerado como una bomba de tiempo que amenaza el crecimiento y estabilidad económica del gigante asiático. Actualmente, las parejas chinas con dos salarios se están arrimando a la tendencia de no tener hijos y priorizar el poder adquisitivo y la libertad. Esta tendencia que no solo es de China sino que se puede observar en todo el mundo ya tiene nombre: Generación ‘Dink’.

Forbes describe el acrónimo DINK como «dual income, no kids» (doble ingreso, sin hijos). La primera vez que se habló de Dink fue en la década de 1950 en Europa y Estados Unidos para describir a una pareja con dos ingresos que no tiene hijos.

Las parejas ‘Dink’ son distintas a las parejas a las llamadas parejas ‘Dinky’ (Dual Income No Kids Yet) cuyo significado es «doble ingreso sin hijos todavía».

La tendencia ‘Dink’ habla entonces de las parejas que deciden no tener hijos para enfocarse en sus carreras y en obtener dinero para vivir experiencias de vida.

No solo es China

Forbes señala que China no es el único país en la que la generación Dink crece. En Reino Unido más de la mitad de las mujeres no tienen hijos a los 30 años, de modo que la maternidad tardía o la elección de no tener hijos se está convirtiendo en una tendencia.

Estados Unidos también está optando por este «estilo de vida». Datos de la Oficina del Censo arrojan que de 1976 a 2016 aumentó 19% el número de adultos que viven sin hijos.

Este perfil de pareja, representa un grupo objetivo para las instituciones financieras y grandes marcas. El tener un mayor poder adquisitivo, en comparación de las parejas que tienen hijos (que se preocupan en la vivienda, alimentación y educación), los hacen atractivos para el consumo masivo, la inversión, el ahorro, y los gastos en bienes y servicios.

Información de El Economista

Publicidad