El gobierno sigue atacando las consecuencias y no las causas del deterioro económico e insiste en un conjunto de medidas que perfeccionan el fracasado modelo económico, el mismo que ha mermado la producción nacional con consecuencias en altos índices de escasez, inflación, distorsiones macroeconómicas y un entorno de hostilidad a la empresa privada que solo dificultan su desempeño.
Señala el documento que cada sector que reduce su producción o cada cierre de empresa, significa menos abastecimiento y menos empleos formales.
«El sector empresarial reafirma el carácter de urgencia de la toma de verdaderas decisiones económicas, acertadas, integrales; no aisladas. Es necesario cambios sustantivos en los esquemas de intervención de las actividades productivas. Es necesario recuperar la confianza, apoyar la producción, y esto no se logra criminalizando y exponiendo al escarnio público al empresariado venezolano; así no se resuelven los verdaderos problemas de los ciudadanos».
La verdadera raíz de las dificultades está en el modelo económico. Querer centralizar y controlar la actividad privada mediante nuevos organismos reguladores, con fiscalizaciones que se han utilizado más como amenazas que como verificaciones efectivas del cumplimiento de la norma, con un discurso y con acciones hostiles y amenazantes, solo generan incertidumbre y alejan las inversiones, indica el gremio.