Todo esto plantea una interrogante difícil: ¿Se equivocó la Fed al elevar las tasas de interés por primera vez en casi una década?
Nadie espere que el banco central responda o siquiera que tenga en cuenta esa pregunta al emitir su comunicado el miércoles, al finalizar su reunión de políticas económicas.
Difícilmente la Fed modificará de manera brusca el rumbo actual para derogar el aumento de 0,25 punto de su tasa de interés referente anunciado el 16 de diciembre, pero según algunos analistas, podría enviar la señal de que los tres o cuatro aumentos que muchos habían previsto para este año podrían volverse más graduales: habría solo dos este año, ambos en el segundo semestre.
«La gente está asustada», dijo el economista David Wyss, ex empleado de la Fed y ahora profesor de economía en la Universidad Brown. «No es solo el lastre chino. Europa no ha resuelto sus problemas, hay peligros geopolíticos en el Medio Oriente y en Estados Unidos hay falta de confianza en los partidos políticos y sus candidatos».
La señal más visible del miedo económico ha sido la fuerte caída del mercado accionario. A pesar del aumento de 211 puntos el viernes, el índice industrial Dow Jones perdió más de 7% de su valor en las primeras tres semanas de 2016.
China enerva a los inversionistas porque parece incapaz de manejar la desaceleración económica, que repercute sobre los precios globales de las materias primas y afecta a los países emergentes proveedores del gigante asiático. La semana pasada, el precio del petróleo cayó a 28,15 dólares el barril, su nivel más bajo en 12 años, aunque subió a 32 dólares el viernes.
Muchos ven en el aumento de las tasas en diciembre un factor crucial de la caída del mercado. Fue un muy pequeño aumento de la tasa de préstamos interbancarios, pero significó el final de un período de siete años de tasas casi en cero y que los costos del dinero empezarían a aumentar, aunque no rápidamente.
Los críticos de la Fed advertían desde hace años que al mantener las tasas tan bajas, alimentaba peligrosas burbajas en bienes como las acciones. Algunos ven en la caída de los precios de las acciones la corrección que habían pronosticado que ocurriría cuando la Fed empezara a elevar las tasas.
Por Martin Crutsinger