«Queremos solucionar un tema que hoy afecta a millones de argentinos, producto de la inestabilidad sistemática de los años anteriores», afirmó el mandatario argentino durante un acto en el que inauguró las primeras obras financiadas gracias a la ampliación del programa.
Con una inversión de $312 millones de dólares, el gobierno argentino dio un nuevo impulso al plan, lanzado en 2012 por el ejecutivo de la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) y le aplicó una corrección en el sistema de asignación del crédito.
«Quisimos mejorar el plan eliminando los sorteos por un sistema de puntuación justo y claro, que busque favorecer a los que más lo necesitan», apuntó el presidente, quien destacó que bajo su mandato están demostrando que lo que funcionaba con anteriores gestiones «va a continuar».
El dirigente explicó que su intención es lograr que una familia argentina con dos salarios mínimos consiga ahorrar y tener una vivienda digna, derechos que enmarcó dentro del objetivo de «pobreza cero» que fijó tras su llegada a la Casa Rosada.