Economía

Campaña electoral aleja la posibilidad de pagar bonos de deuda venezolana

Se cumple más de dos meses desde que se venció el primer período de gracia de títulos de deuda externa de la República, Pdvsa y Elecar. Aunque el gobierno afirma haber ejecutado el pago de algunos papeles, este no se ha hecho efectivo y hasta la fecha las acreencias suman $1.328,7 millones. El bono de deuda Venezuela 2034 es el primer instrumento financiero que entra oficialmente en período de gracia en este año 2018 y cuyo plazo vence el próximo 14 de febrero. Con el Venezuela 2034 suman 14 títulos de deuda externa que el gobierno de Nicolás Maduro ha dejado de pagar desde noviembre de 2017, de este total, no ha habido información oficial de seis papeles, mientras que se ha anunciado el pago de siete de ellos, pero la transferencia de los recursos no se ha hecho efectiva.

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Wall Street
Foto: AP | Archivo

Tanto la República como la empresa estatal Petróleos de Venezuela han tenido dificultades para honrar los pagos de la deuda debido a la caída de los ingresos en divisas del país, afectando la salud financiera del gobierno. Sin embargo, esta situación empeoró tras las sanciones financieras e individuales de Estados Unidos al gobierno venezolano.
Analistas consideran que ante la inminente elección presidencial convocada en Venezuela para antes del 30 de abril, hace pensar que los pocos recursos con los cuales cuente el gobierno serán dirigidos a la campaña electoral y no para cumplir los pagos atrasados de deuda.
Hasta la fecha, los títulos sin información alguna sobre sus pagos son los Venezuela con vencimiento en los años 2018, 2023, 2025, 2026 y  2028 por un monto de 500 millones de dólares. Mientras que de los papeles de deuda de los cuales no se han podido cobrar los fondos destacan los Venezuela 2019 y 2024, así como los de Pdvsa con vencimiento en 2021, 2022, 2024, 2026 y 2035 por un saldo de 828,7 millones de dólares.
Analistas temen que el retraso en el pago por un total de $1.328,7 millones de los bonos acumule una cantidad mayor ante las nuevas prioridades del gobierno y prevén que los inversionistas de deuda venezolana inicien las acciones pertinentes para tratar de obtener algún tipo de compensación.
«Lo siento, tenedores de bonos, pero ya no importas (por el momento). El enfoque del gobierno ahora es ganar esta elección. Todos los fondos que estarán ahorrando al no pagar bonos se destinarán principalmente a las cajas de alimentos CLAP y al carnet de la patria», acota Russ Dallen, director de la casa de bolsa Caracas Capital.
Explica que la única forma en que los tenedores de bonos ahora pueden captar la atención del gobierno es a través de un esfuerzo por acelerar las acciones para el cobro. Después de un evento de incumplimiento o default, 25% de los tenedores de bonos puede votar para iniciar la estrategia de pago de todo el bono y de los intereses.
«En ese momento, veremos si Venezuela intentará apagar el incendio y cancelar los cupones antes de que el fideicomisario finalice el recuento de votos para esta aceleración. Si Venezuela o Pdvsa no honran alguno de los bonos pagando rápidamente el cupón y/o cancelando todo el bono después de que se acelere el proceso, entonces el fuego se propagará a través de disposiciones de incumplimiento cruzado de todos los títulos de Venezuela o Pdvsa vencidos y por pagar», resaltó Dallen en un informe enviado a clientes.
Vale recordar, que el gobierno venezolano convocó a los tenedores de bonos nacionales e internacionales para informarles del inicio de un programa de renegociación de la deuda. Sin embargo, luego de dos meses cumplidos el pasado 13 de enero, aún el Ejecutivo no ha presentado un plan concreto.
Esta situación aunada al retraso en los pagos incrementa la incertidumbre de los inversionistas sobre los bonos de deuda venezolana. Los precios de estos papeles continúan hacia la baja. De los ocho títulos de Pdvsa, por ejemplo, siete se encuentran por debajo del 30% de su valor; lo mismo ocurre en 12 de los 15 títulos de la República que se cotizan en los mercados internacionales.
El economista y director de Kapital Consultores, Víctor Silva, explica que a pesar de mostrar bajos precios, aún se observan operaciones con los bonos venezolanos pero en menor volumen. Resalta que aunque la incertidumbre se ha incrementado en el mercado de deuda, ahora quienes transan los papeles son fondos de inversión especializados.
«Desde que la deuda venezolana entró en default la composición de los tenedores ha cambiado. Ahora son fondos especializados en deuda con problemas y acostumbrados a lidiar con escenarios de incertidumbre; ya no son inversionistas corporativos, institucionales o naturales. Parte de la estrategia de estos fondos especializados es la de transar con altos niveles de incertidumbre», resalta Silva.
Destaca que a pesar del retraso en el pago, los acreedores «siguen teniendo paciencia» y se mantienen a la espera de que en algún momento Venezuela honre sus compromisos.
«Para ellos el mejor escenario es que le paguen tarde a entrar en litigio, saben que al demandar no habrá vuelta atrás ya que es un proceso traumático y largo. Cualquier cosa que pase en el país genera incertidumbre, ya sea las elecciones y si los recursos además irían destinados a las importaciones o si hay un endurecimiento de las sanciones. Todo ello puede incidir en la perspectiva de los inversionistas», recalcó el director de Kapital Consultores.
Al gobierno -sin embargo- se le seguirán acumulando los pagos de no salir de los saldos que adeuda. Para este año 2018 por concepto de servicio de deuda debe erogar un total de $8.344 millones, de los cuales $5.404 millones (65%) corresponde a la República y $2.940 millones (35%) a Pdvsa. Los desembolsos están mayormente concentrados en agosto, octubre y diciembre.]]>

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