Los directores ejecutivos del FMI saludaron el compromiso del gobierno de Tabaré Vázquez de mantener la sostenibilidad fiscal, pero «alentaron a las autoridades a introducir medidas para poner la deuda pública en una trayectoria descendente».
Así lo indicaron al concluir su reporte 2018 en virtud del Artículo IV, que estipula la revisión periódica de los miembros del organismo multilateral.
El informe, elaborado luego de una misión a Uruguay concluida en diciembre, dijo que la reducción del déficit fiscal se ha estancado y consideró «difícil» cumplir la meta del 2,5% del Producto Bruto Interno (PIB) para 2020.
«El déficit fiscal continuo a 12 meses se ubicó en 3,8% del PIB en noviembre de 2018 (excluyendo el impacto de una gran transacción relacionada con transferencias de activos de pensiones, conocida como ‘efecto cincuentones’), lo que sugiere que lograr el objetivo de 2018 (de 3,3% del PIB) y la meta de 2020 es difícil», señaló el reporte.
Los esfuerzos de ajuste deberían enfocarse en disminuir el gasto corriente y mejorar su eficiencia para aumentar el gasto de capital, apuntó.
«Debe darse prioridad a seguir avanzando en las reformas del sistema de pensiones y las empresas estatales», enfatizó el directorio.
El FMI destacó por otra parte el «éxito» de Uruguay para resistir los choques regionales, gracias a lo que llamó políticas macroeconómicas «prudentes».
«A pesar de la agitación del mercado regional, el sector financiero se ha mantenido resistente, lo que refleja los vínculos limitados con Argentina y una supervisión mejorada desde la crisis de 2002», indicó el Fondo, subrayando el «progreso» de Uruguay al diversificar los mercados de exportación.
El Fondo saludó también los logros en reducción de la pobreza y la desigualdad, pero advirtió que el crecimiento se ha desacelerado a un 2,1% y existen riesgos importantes por las dificultades del entorno externo y grandes proyectos de infraestructura previstos.
A mediano plazo, el Fondo advirtió además sobre el impacto de la baja inversión y la disminución del empleo y llamó la atención sobre el aumento de la inflación (actualmente cercana al 8%), por encima del rango meta del banco central.
El FMI concluyó que las reformas en Uruguay deben enfocarse en aumentar aún más la inversión pública y el empleo, mejorar la competitividad y el entorno empresarial general, y lograr mejores resultados educativos.