Como todas las economías del mundo, la economía venezolana va a resentir la cuarentena que vive por la llegada del covid-19 al país. Sin embargo, la recesión económica en el país ya era tan profunda, antes de detectarse el primer caso de coronavirus en el país, que la paralización de la actividad productiva será mucho más profunda que cualquier otro país en la región.
La consultora venezolana Ecoanalítica pronosticó que el Covid-19 ocasionaría una caída del PIB del país en un estimado de 25%. Ahora, la empresa consultora ajusta nuevamente la perspectiva a la baja.
Desde su cuenta de twitter aseguran que en un escenario alternativo en el que se extienda la cuarentena, continúe la escasez de combustible y el mercado petrolero siga en picada, la economía en el país puede caer 7 puntos porcentuales más de la estimación inicial.
De cumplirse esta proyección, en el 2020 la economía venezolana se contraería 32,7%. Una cifra alarmante si se compara con la estimación de caída para Latinoamérica. Según el FMI, la región podría contraerse más de 5%.
¿Se cumplen los factores para la caída?
Hasta el momento, los tres factores que Ecoanalítica establece para que la caída de la economía se profundice siguen presentes en el escenario venezolano.
El Gobierno de Maduro extendió la cuarentena por 30 días más, por lo que la economía de muchos sectores económicos se mantendrá paralizado. Además, al pasar el nuevo mes de cuarentena, el Ejecutivo podría nuevamente extender el plazo de la reactivación de la economía.
En cuanto a la gasolina, la escasez de combustible no termina, sino que se profundiza. Los planes para reactivar las refinerías venezolanos, con la ayuda de Irán y China, se están ejecutando, según fuentes internas de Pdvsa. A pesar de ello, miembros sindicales aseguran que esto no se hará de la noche a la mañana.
Según un reporte de Reuters, desde Irán vienen varios buques con combustible que podrían aliviar el mercado interno, aunque no sea una solución definitiva al problema.
Y el tercer punto al que hace alusión Ecoanalítica (mercado petrolero adverso), también está presente para el país. Los precios internacionales del crudo marcan mínimos históricos, mientras que la industria petrolera venezolana registra una caída en su producción que ronda apenas los 600 mil barriles diarios.