La inflación en España sigue aumentando
Los alimentos y los combustibles fueron los rubros más afectados. El alza de precios se ubica en 8,4% interanual
Economía
La inflación volvió a subir en España en mayo y alcanzó 8,7% interanual, es decir, 0,4 puntos porcentuales más que en abril, según una primera estimación brindada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este aumento se debe al alza de los precios de los alimentos y los combustibles, que avanzaron con fuerza en medición interanual a pesar de las medidas aplicadas por el gobierno español para aliviar la factura de los consumidores.
Esta subida tiene lugar luego de un leve descenso observado en abril (8,3%), que había alimentado esperanzas sobre el final del alza constante de los precios en España desde hace varios meses, con un pico de 9,8% en marzo, el más elevado en el país en 37 años.
El índice de precios al consumo armonizado (IPCA), que permite las comparaciones con otros países de la zona euro, se situó en 8,5% a tasa interanual, según el INE.
La inflación subyacente -que excluye los precios de la energía y descuenta las variaciones estacionales- también avanzó y alcanzó 4,9%, es decir, su nivel más alto desde 1995.
España afronta desde hace meses, como muchos países en el mundo, un aumento de la inflación por las tensiones provocadas por la recuperación de la economía tras las restricciones impuestas por el covid-19 y la guerra de Ucrania.
Para intentar contener el alza de los precios, el gobierno del socialista Pedro Sánchez adoptó un plan de ayudas directas por 6.000 millones de euros (6.320 millones de dólares) para hogares y empresas, enfocado principalmente en el precio de la energía.
Según la ministra de Economía, Nadia Calviño, para quien el «pico» se alcanzó en marzo, las medidas deberían permitir reducir progresivamente los precios al consumo en los meses venideros.
Para el banco español BBVA, «existen dudas razonables sobre la efectividad a medio y largo plazo de las medidas de política económica puestas en vigor en España para aliviar la presión de la inflación energética en el corto plazo».
Las medidas, «aunque bien intencionadas, no solucionan el problema que existe de base» en España, a saber el aumento de la inflación subyacente, agregó el banco en una nota de análisis.
