Economía

FMI explica por qué América Latina (y Venezuela) crecen menos tras alza de 2022

Para Venezuela, el Fondo Monetario (FMI) prevé un crecimiento de la economía de 4,0% en 2023 y de 4,5 el año que viene, con una inflación de 250 este año y de 230% en 2024, de lejos la más alta del mundo.

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FMI crisis por coronavirus

Tras recuperarse de la pandemia del coronavirus que arrastró a la economía mundial, el crecimiento económico de América Latina pierde fuerza en este 2023 y la región en su conjunto crecerá solo 2,3% en promedio, la mitad del 4,1% de 2022, reportó el Fondo Monetario Internacional (FMI) este viernes 13 de octubre.

Esa baja tasa de crecimiento promedio se mantendrá en 2,3% este año y el próximo, a causa de la desaceleración sufrida por los principales socios y las tensiones geopolíticas, entre otros factores, indica el FMI en su informe de perspectivas económicas regionales, divulgado durante su Asamblea Anual que se lleva a cabo este año en Marruecos. Se proyecta que el crecimiento económico disminuya más a finales de 2023 y toque fondo en 2024 y que la inflación converja gradualmente hacia las metas establecidas por los bancos centrales.

A mediano plazo, se proyecta que el crecimiento de ALC retorne a su bajo promedio histórico. Los riesgos de deterioro de las perspectivas de corto plazo se han atenuado en cierta medida, pero el balance continúa inclinado hacia el lado negativo», expresa el informe sobre perspectivas económicas para América.

La inflación general promedio de la región de América latina, excluyendo Argentina y Venezuela,se situará en torno al 5% en 2023 y en 3,6% en 2024, en comparación con el 7,8% de 2022.

Venezuela según el FMI

Sobre Venezuela, «los frágiles esfuerzos de estabilización detuvieron la caída libre de la economía en 2021, tras reducirse a una quinta parte del tamaño que tenía hace 10 años», refiere el organismo en sus breves referencias. «Las condiciones favorables de la demanda interna y una recuperación gradual de la producción de petróleo impulsaron el crecimiento económico a alrededor de 8% en 2022. No obstante, se prevé que el crecimiento se modere en 2023 debido a los vientos en contra del sector externo y las nuevas presiones inflacionarias, pese a la ampliación de las intervenciones cambiarias del Banco Central», agrega.

«El país continúa inmerso en una profunda crisis económica, política y humanitaria, por la que alrededor de 7,3 millones de personas (25 por ciento de la población) ha abandonado el país desde 2014».

Informe Perspectivas Económicas, FMI

Para la mayoría de los indicadores sobre Venezuela, los datos correspondientes a 2018–22 son estimaciones del personal técnico del FMI.

«En vista de los efectos de la hiperinflación y la escasez de datos declarados, los indicadores macroeconómicos proyectados por el personal técnico del FMI deben interpretarse con precaución. Estas proyecciones están sujetas a un amplio margen de incertidumbre. Los precios al consumidor de Venezuela están excluidos de todos los datos compuestos del informe WEO (Perspectivas Económicas Mundiales).

Por qué América Latina sigue débil

«América Latina ha enfrentado exitosamente los recientes shocks mundiales y tuvo un sólido desempeño en 2022 y a comienzos de 2023, aunque el crecimiento se está debilitando», indicó el director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, en un comunicado citado por AFP.

Y ello debido al debilitamiento de la demanda externa e interna, por un lado, y por otro a los efectos rezagados de la apreciación de las monedas en algunos países, según el documento.

El Fondo señala que aunque parece que los riesgos para las perspectivas económicas están más equilibrados que el pasado abril -cuando la organización publicó sus últimas estimaciones-, estos permanecen «sesgados a la baja».

Entre los riesgos externos, el informe menciona un menor crecimiento en los principales socios comerciales, la volatilidad de los precios de las materias primas, choques inflacionarios, la turbulencia en los mercados financieros mundiales y un incremento de las tensiones geopolíticas.

A nivel regional, los principales riesgos están vinculados a la inflación y a las tensiones sociales, además de los relacionados con el clima, que supondrán retos a corto y medio plazo, sobre todo en América Central y el Caribe.

El informe también advierte del impacto que podría tener el fenómeno meteorológico de El Niño en la región,lo cual «podría incidir negativamente en la actividad económica».

Economía resistente

El Fondo recomienda la aprobación de políticas que promuevan el comercio y las inversiones pero, sobre todo, la cohesión y protección social.

«A pesar de los avances logrados […], la pobreza y la desigualdad siguen siendo altas en la región», señaló Rodrigo Valdés, llamando a «reforzar los mecanismos de protección social y afrontar el problema de la inseguridad».

Y las principales economía regionales, según el FMI

En el caso de México, el FMI proyecta un crecimiento de 3,2% para 2023, menos que el registrado en 2022 (3,9%) pero mejor que las expectativas iniciales.

El informe señala que, aunque el país se demoró en recuperarse de la pandemia de covid, sectores que antes iban a la zaga, como la construcción, ahora van en cabeza.

El crecimiento de Brasil también fue «más resiliente de lo esperado», indica el informe, situándose en 3,1% en 2023, frente al 2,9% del año pasado. Para 2024, en cambio, el Fondo prevé que se desacelere a 1,5%.

En Colombia, tras el fuerte crecimiento de 2022 (7,3%), la economía se está desacelerando y el Fondo prevé que en 2023 el índice se sitúe en 1,4%, antes de repuntar el año que viene, a 2,0%.

Y en Chile, que en 2022 tuvo un crecimiento de 2,4%, el FMI espera una contracción del 0,5% este año, antes de rebotar a +1,6% en 2024, impulsado por las exportaciones y la recuperación del consumo.

Chile «fue uno de los países del mundo que tuvo la mayor expansión de políticas durante el covid, y esto generó un desequilibrio en la economía bastante grande», indicó Valdés en rueda de prensa, para explicar la contracción de la economía chilena.

«Cuando los países tienen este tipo de desarrollo necesitan un ajuste posteriormente […] Vemos que han avanzado mucho y que ha sido una reacción cuidadosa, cautelosa, de las autoridades», agregó.

Relajar políticas monetarias con prudencia

La inflación de la región ha disminuido, aunque el reporte no tiene en cuenta los datos de Argentina, muy imprevisibles en un contexto de alta volatilidad cambiaria, ni de Venezuela, donde no hay cifras oficiales.

El Fondo destaca que «la rápida respuesta de los bancos centrales de la región fue decisiva para controlar la inflación» y apunta que la evolución de economías como la chilena, la colombiana, la brasileña y la mexicana es acorde con la del resto del mundo, excepto en los mercados emergentes europeos, donde la inflación aumentó a causa de la invasión rusa de Ucrania.

«Seguirá siendo necesario encontrar un equilibrio justo entre encauzar la inflación por una senda descendente duradera y minimizar el riesgo de un período prolongado de débil crecimiento», indicó Valdés en el comunicado.

«Es crucial determinar el ritmo adecuado del relajamiento monetario y evaluar el impacto que ha tenido en la inflación el endurecimiento previo, dado que la política monetaria opera con rezagos», insistió.

Con reporte de AFP

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