Desde hace más de una década, en el país miembro de la OPEP rige un control cambiario que no ha cumplido cabalmente con su objetivo de frenar la fuga de capitales y, por el contrario, ha disparado la inflación y la escasez.
La ensambladora de Mitsubishi, que funciona en Venezuela bajo el nombre de MMC Automotriz, decidió, previo acuerdo con el sindicato, decretar una detención forzosa en su planta a principios de la semana, que se extenderá por un mes.
«La paralización comenzó el 1 de septiembre, mientras esperamos que llegue el material con las divisas que fueron aprobadas», dijo a Reuters el secretario de finanzas del sindicato de MMC Automotriz, Jahaziel Bolívar.
El dirigente sindical dijo que los insumos para ensamblar los vehículos están retenidos en un puerto del occidental estado Anzoátegui a la espera de los permisos del Estado.
Para acceder a dólares oficiales las empresas deben llevar a cabo engorrosos trámites ante el administrador oficial de divisas.
Los retrasos en la asignación de divisas han golpeado con fuerza al sector automotriz en Venezuela, cuya producción retrocedió un 83,31 por ciento interanual hasta agosto, según cifras de la Cámara Automotriz (Cavenez).
Mitsubishi fabrica más de 20 modelos de vehículos, además de camiones y autobuses bajo su marca Fuso.]]>