Las comparaciones resultan odiosas, pero es inevitable hacer referencia al movimiento publicitario en otros países de la región. Dice que México, Colombia, Argentina y Brasil son los mejores de Latinoamérica en materia de publicidad. Es un poco injusto –toma distancia- comparar a Venezuela con esos países.
“Si comparamos Venezuela con esos países no estamos bien parados. Si hablamos de presupuesto publicitario estamos en el último lugar de ese grupo, y también en términos creativos. Es injusto comparar a Venezuela con esos cuatro países. Son los mejores de América Latina. Pero Brasil y Argentina, no sólo son TOP en la subregión, sino que también son TOP en el mundo entero”, dice volviendo la mirada sobre El Ávila que se observa a través de la ventana.
En Venezuela –avanza Coimbra- el negocio de la publicidad ha experimentado una merma sustancial. “No tengo números precisos, pero tenemos un presupuesto publicitario mucho menor del que teníamos en los años 90’s”,
Crítico de su trabajo, dice que un premio publicitario no debe ser un masaje en el ego de un creador, “pero sí debe un incentivo para que sea reconocido el criterio creativo de esa persona”, dice al referirse a los Premios Anda.
“Yo siempre voy a ser crítico por muy buena que sea nuestra actividad publicitaria. Nuestra profesión es lo que se llama un ‘on going’ business. Hablando de los Premios Anda 2014, me tocó compartir una experiencia sui generis con los otros miembros del jurado, para decidir que el Grand Prix fuera considerado desierto”, luego de que acordaron que el ganador debía ser una pieza de excepción, pero no la encontraron.
– Efecto reflejo –
Coimbra sostiene que la publicidad que tenemos es un reflejo de la situación del país. “Cuando cambie esa situación, nuestra publicidad también cambiará. No me refiero únicamente a la parte monetaria. Me refiero principalmente a la parte social. Hoy vivimos una situación bastante diferenciada de años pasados. Esa diferenciación entre el estilo de vida que tuvo Venezuela en años anteriores y el que tiene hoy”, señala.
El creativo siempre ha sido un crítico de su propio trabajo. “Yo creo que la creatividad publicitaria venezolana todavía no alcanza –y está muy lejos de hacerlo- el objetivo que tenemos todos los profesionales que hacemos vida en las agencias venezolanas. No creo que la abundancia de épocas pasadas, haya hecho que la publicidad alcanzara algo extraordinario, comparado con otros países”, dice en honor a la verdad.
El panorama es otro desde sus tiempos en J Walter Thompson. Y la tecnología también. Las redes sociales dominan el mundo.
“Más allá de Twitter, Facebook o Instagram, lo capital es el mensaje”, señala para afirmar en comunicación efectiva, lo importante no es el medio utilizado, sino el contenido. “Si ese mensaje está bien concebido, se puede llegar a través de todos los medios que existan en el mercado, si bien será más eficiente a través de algunos medios en específico”.
Su compañía, 141 Coimbra Soho Square, tiene una estructura totalmente separada de Ogilvy & Mather Venezuela. “Tenemos el back office de administración y finanzas en conjunto”.
El también director creativo del Grupo Ogilvy & Mather dice estar “metido de cabeza en el desarrollo creativo de la agencia porque esa es mi línea profesional, claro que no con la intensidad de otros tiempos. Pero vengo de allí. Dentro del abanico de cosas que tiene que hacer el presidente de una agencia, me gusta el desarrollo creativo, y odio los números”.
Hace poco creó Geometry Global, una agencia adicional del grupo.141 Coimbra Soho Square –la mayoría de sus clientes son locales- es una agencia full service, lo mismo que Ogilvy -la mayoría de sus clientes son internacionales-, pero Geometry Global –con casi un año de creada- es una compañía de Trading, es decir, está dedicada a desarrollar actividad publicitaria en el trade. Por eso, está separada de las otras dos agencias. La intención es abarcar toda la paleta con estas tres agencias.
A pesar de que la legislación no es muy clara –Ley Resorte- hacer publicidad fue y siempre será un buen negocio. La razón es sencilla: “Los clientes deben permanecer presentes en la cabeza de los consumidores, aunque los productos estén ausentes de los anaqueles”, remata.]]>
