Apple, ExxonMobil y Boeing están las grandes corporaciones mundiales que anunciaron en las últimas horas una rápida seguidilla de retiros o congelación de sus negocios en Rusia, tras la invasión de Ucrania.
Las medidas, que ya se han dado en varias industrias y preceden a otras como las de Disney, Ford, Mastercard y otros, ponen de relieve el creciente costo económico para Rusia de invadir Ucrania, una decisión que desató sanciones masivas en gobiernos occidentales.
ExxonMobil comenzará una retirada gradual del gigantesco yacimiento petrolífero que opera desde 1995 como parte del proyecto Sakhalin-1, y expresó que «deplora la acción militar de Rusia que viola la integridad territorial de Ucrania y pone en peligro a su pueblo».
La empresa estadounidense opera en Rusia en nombre de un consorcio que incluye empresas rusas, indias y japonesas. Se trata del único proyecto grande que le quedaba allí tras retirarse de dos empresas conjuntas en la ronda de sanciones contra Rusia que se dio con su anexión de Crimea en 2014.
Europeas también
La medida de ExxonMobil se sumó a decisiones anteriores del grupo energético británico BP y Shell de retirarse de proyectos conjuntos en Rusia. La francesa TotalEnergies informó que se quedaría en Rusia, pero que se abstendría de invertir en ese país.
ExxonMobil enfatizó que «el proceso para descontinuar las operaciones deberá gestionarse cuidadosamente y coordinarse estrechamente con los socios para garantizar que se ejecute de manera segura».
Otros gigantes que rompen lazos
Más temprano el martes, Apple anunció que detendría todas las ventas de sus productos en Rusia y limitaría el uso de la solución de pago Apple Pay y otros servicios en el país.
«Estamos profundamente preocupados por la invasión rusa de Ucrania y estamos con todas aquellas personas que están sufriendo como resultado de la violencia», dijo Apple.
El gobierno combatiente de Ucrania, que urgió a su ciudadanía batallar contra las fuerzas rusas, pidió ayuda a todas las instancias, incluyendo al jefe de Apple, Tim Cook.
«Apelo a usted… que deje de suministrar servicios y productos de Apple a la Federación Rusa, ¡incluyendo bloquear el acceso a la Apple Store!», escribió el ministro ucraniano de Asuntos Digitales, Mykhailo Fedorov, en una misiva que publicó en Twitter el viernes.
Aerolíneas rusas sin Boeing
Por su parte, el gigante estadounidense de la aviación Boeing anunció el martes que suspendió sus servicios de apoyo a las compañías aéreas rusas y sus operaciones en Moscú, una medida que precedió al anuncio del presidente estadounidense Joe Biden de prohibir el uso del espacio aéreo estadounidense a los aviones rusos.
La aerolínea insignia de Rusia, Aeroflot, que vuela los Boeing 737 y 777, anunció la semana pasada que suspendería los vuelos a Europa como respuesta a la prohibición de vuelos.
Estados Unidos y sus aliados europeos impusieron duras sanciones a Moscú en los últimos días, como la suspensión del acceso a bancos rusos seleccionados del sistema de mensajería SWIFT, mientras que Washington anunció medidas dirigidas específicamente al banco central del país.
Al tiempo, se ha dado una estampida de grandes empresas estadounidenses que tomaron distancia de Rusia y que afecta a casi todos los sectores.
Tecnología y entretenimiento
Disney y WarnerMedia suspendieron los estrenos de nuevas películas en Rusia, mientras los pesos pesados de la tecnología como Facebook, TikTok y Microsoft se movilizaron para frenar el alcance de los medios afiliados al Estado ruso, acusados de desinformar sobre la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
General Motors suspendió las exportaciones de vehículos a Rusia, mientras que Ford, su rival en Detroit, dijo que suspendía sus operaciones restantes en Rusia, incluida la fabricación de camionetas comerciales.
Las compañías de tarjetas de crédito Visa, Mastercard y American Express, anunciaron que estaban bloqueando a bancos rusos de sus redes de pago tras las sanciones internacionales.
El martes, Moscú anunció planes de un decreto presidencial destinado a evitar que la inversión extranjera salga del país. «En la actual situación de sanciones, los inversores extranjeros no se guiarán por factores económicos, sino por la presión política», señaló el primer ministro ruso Mijáil Mishustin.
«Para permitir que las empresas tomen decisiones informadas, se ha preparado un proyecto de decreto presidencial para introducir restricciones temporales a la salida de activos rusos».
Y agregó: «Todavía consideramos a las empresas extranjeras como socios potenciales».