Empresas y Negocios

Así es la nueva realidad de los chips semiconductores

"Estamos entrando en la peor recesión de semiconductores en al menos una década, dada la expectativa de una recesión y la acumulación de inventario", asegura Christopher Danely, analista de Citigroup

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De la edad de oro a la peor recesión en más de dos décadas. De una forma más clara, de ser el nuevo petróleo a convertirse en el nuevo papel higiénico. La situación para la industria de los chips semiconductores podría estar a punto de cambiar de forma drástica.

Después de casi tres años de ensueño, los fabricantes de chips se enfrentan a un consumidor ‘atiborrado’ de tecnología, el riesgo creciente de recesión y unos niveles de inventarios muy elevados.

Todavía es pronto para conocer el final de esta historia, pero los indicios no son buenos. Las acciones de las empresas de semiconductores se están desplomando después de que Micron Technology se haya convertido en el último fabricante de chips en advertir sobre la fuerte desaceleración de la demanda. La industria parece dirigirse directamente hacia una recesión histórica.

Aunque parezca extraño para una industria que lleva siendo el futuro y presente desde hace muchos años, esta industria está acostumbrada a vivir los que se conocen como etapas de boom and bust (etapas de gran expansión seguidas de fuertes caídas en el ciclo). Esta vez no parece que vaya a ser diferente.

Caídas en bolsa

El índice de chips de semiconductores de Filadelfia se hundió el 9 de agosto con los 30 componentes en rojo, su mayor caída en unos dos meses. En Asia, las acciones de chips, desde Samsung Electronics hasta Tokyo Electron también se desplomaron.

Los inversores se temen lo peor para estos fabricantes que han estado poniendo en marcha gigantescas inversiones (la última en EEUU supera los 40.000 millones de dólares) para aumentar la capacidad de producción (también en Europa) que ahora costará mucho rentabilizar en el corto plazo (aunque buena parte de estas inversiones están subvencionadas por los gobiernos).

La industria parece dirigirse a un ciclo recesivo y una caída prolongada después de años de escasez generalizada de chips y fuerte crecimiento de los beneficios.

«Seguimos creyendo que estamos entrando en la peor recesión de semiconductores en al menos una década, y posiblemente desde 2001 (estallido de la burbuja de las punto.com), dada la expectativa de una recesión y la acumulación de inventario», asegura Christopher Danely, analista de Citigroup, en un informe.

«Esperamos que todas las empresas de nuestro universo y todos los mercados finales experimenten una corrección».

De petróleo a papel higiénico

Las edades de oro no son eternas por muy buenas y duraderas que parezcan. En 2020, la industria de chips semiconductores disfrutó de un aumento del 11% en sus beneficios (mientras que la economía global se hundía), mientras que en 2021 el crecimiento superó el 25%. Este año, todavía se espera un crecimiento positivo en la industria, pero todo dependerá de cómo y cuándo llegue la recesión económica que ya acecha a EEUU y la Eurozona, los grandes consumidores de chips a nivel global. No obstante, cada vez son más los analistas que ven ya la recesión a la vuelta de la esquina.

Hace unas semanas, desde la propia Micron reconocía que la escasez de chips ya es historia en algunos sectores. Un analista anónimo consultado por la CNBC aseguró que el mercado de chips se enfrentaba ahora al momento ‘papel higiénico’. Al igual que millones de ciudadanos nerviosos asaltaron los pasillos de los supermercados en busca de papel higiénico antes de los confinamientos, los fabricantes han almacenado grandes cantidades de chips durante la pandemia (inventarios). Ahora es posible que tengan unos inventarios vastos y suficientes para producir durante un tiempo.

Aunque no tengan esos chips de forma física (esta industria funciona con un decalaje de unos seis meses entre compra y entrega), sí tendrán ‘atados’ suficientes pedidos para los próximos meses y quizá años.

«El acaparamiento de chips se produce porque los fabricantes creen que es esencial para sobrevivir, hasta que un día miran a su inventario y dicen: ‘¿Por qué tengo todo esto aquí?'», comenta un analista que estudiando este mercado durante más de 40 años. «Es como papel higiénico».

Información de El Economista

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