El consultor del área de energía eléctrica, José Aguilar, indicó a El Estímulo que las centrales Leonardo Ruíz Pineda (San Agatón), General José Antonio Páez, Juan Antonio Rodríguez Domínguez (Peña Larga), Masparro y Fabricio Ojeda (La Vueltosa) por no ser de carga base como las del Bajo Caroní, su uso da para las «horas pico».
«Su utilización como unidades de carga base exige de más a los embalses y compromete la integridad electromecánica», apuntó.
Resaltó que el aporte más valioso de esas centrales es que son unidades de respuesta rápida y pueden asistir al Servicio Eléctrico Nacional con más de 1.100 megavatios en las horas de mayor demanda.
«Por no contar con el III Desarrollo Uribante Cáparo y no haber resuelto crónicos problemas en la Central Hidroeléctrica José Antonio Páez, no es posible dar mayor utilidad a esos activos y siempre se requiere de respaldo térmico. Esta hidrología siempre se ha visto limitada e injustificadamente marginada», subrayó Aguilar.
Detalló que el régimen habitual de operación de esas plantas hidroeléctricas debería ser el siguiente:
1. Entre dos meses y medio a cuatro meses del año pueden operar al 100% (inviernos moderados a muy favorables) las 24 horas del día.
2. Entre ocho meses a nueves meses y medio del año, durante la época de estiaje, las unidades sólo deberían operar al máximo de su capacidad por seis horas al día, las 18 horas restantes deben hacerlo entre 25 a 33% de su capacidad para permitir que los embalses se recuperen y poder repetir la faena en las horas pico del siguiente día.
El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, indicó la noche del miércoles que la cota del embalse de Guri, que sirve a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, alcanzó los 245,13 metros sobre el nivel del mar, 2,87 metros menos de lo que espera el gobierno alcance la represa (248 m.s.n.m.) para suspender el racionamiento eléctrico al que ha estado sometido el interior del país desde el 25 de abril.
Aunque los aportes del río Caroní se tornaron favorables a mediados de mayo, el funcionario insiste en que el embalse de Guri no se ha recuperado lo requerido debido a que “las lluvias no se han manifestado como se tenía previsto”. Aseguró además que las precipitaciones están por llegar pronto: “A lo mejor 15, 20 días o un mes más”.
Sin embargo, no es la primera vez que Motta Domínguez lanza una afirmación de ese tipo. El pasado 13 de abril dijo a la agencia Reuters que las previsiones mostraban una probabilidad de lluvia de entre 70-80% hacia el final de abril o en mayo.