Desde el Palacio de Miraflores, Maduro estima que el proceso de recuperación de la economía del país dure al menos dos años y dijo que ambas monedas (el bolívar fuerte y el soberano) van a coexistir porque mientras los nuevos billetes son distribuidos a la población, las viejas piezas se usarán para el menudeo porque «habrán precios que estarán muy por debajo». Sin embargo, no dijo cuándo el bolívar fuerte dejará de ser válido.
Aseveró que el sistema bancario ya cuenta con los nuevos billetes y anunció además que a partir del mismo 20 habrán dos unidades contables: el soberano y el petro, el cual se usará «de forma obligatoria» en la empresa petrolera para hacer el conteo de valores, lo que quiere decir que el precio del petróleo estará «anclado» a este criptoactivo.
También dijo que a partir de la fecha mencionada, el Banco Central de Venezuela publicará de forma detallada «y en tiempo real» del «anclaje» del petro día por día y espera que con eso «se acabe la especulación».
Por otro lado, agregó que el sistema salarial y la fijación de precios también estarán «anclados» al petro, pero dijo que este mecanismo lo explicará en lo sucesivo. A su juicio esto representa «una mejora sustancial de los ingresos de los trabajadores y es una estabilidad» porque vuelve a aparecer el precio máximo de venta al público «que debe ser respetado de forma escrupulosa».
Hizo mención al Censo Nacional de Transporte y la relación del subsidio directo «y progresivo» de la gasolina, que según el proyecto de Maduro para 2020, podrá resolver la «deformidad de muchos años en donde regalamos la gasolina» y según los cálculos de su equipo, Venezuela podría estar perdiendo 18.000 millones de dólares anuales por concepto del combustible que se va de contrabando a Colombia.
Con esto, dijo que la gasolina deberá colocarse a precio internacional para evitar el contrabando de gasolina y por eso se llevó a cabo el Censo con el denominado carnet de la patria -instrumento de control político usado para racionar bienes y servicios- con el que se dará «el subsidio directo» a todos los dueños de vehículos.
«Aquella persona que no quiera participar o no quiera estar en el censo tendrá que pagar el combustible a nivel internacional».
Anunció entonces que se abrirá una nueva y última jornada para censarse que será desde el 15 al 17 de agosto «y se cierra», dando la posibilidad a que no haya más eventos de este tipo.
