Donde nadie puede verlo, rastrearlo ni encontrarlo. Ahí es hacia donde se dirige el crudo ruso. Los compradores de este tipo de petróleo realizan sus operaciones con sumo cuidado con el objetivo de evitar que se conozcan sus compras a las empresas de un país que ha iniciado una cruenta guerra en Ucrania.
Todavía es posible comprar petróleo ruso, pero la mayoría en el mercado, incluidos los bancos, las empresas navieras y las refinerías, se auto sancionan. Se espera que eso conduzca al surgimiento de una estructura de venta de dos niveles: una oficial y otra sumergida o clandestina, aseguran las fuentes de la agenia Bloomberg.
Petróleo en descuento
Una sección del mercado será muy visible, como las ofertas de algunos tipos de grados que S&P Global Commodity Insights y RIM Intelligence publican y rastrean en plataformas oficiales, que son las que muestran los grandes descuentos. El petróleo ruso es muy atractivo para todas las refinerías porque ya tiene un descuento de $25.
Sin embargo, los métodos menos visibles para comprar petróleo ruso podrían incluir esquemas de crédito abiertos, pagos anticipados y negociación en yuanes, rupias o rublos. Algunas empresas están también comprando petróleo ruso a cambio de inversiones en la regiones donde operan para tener el capital físico necesario para refinar petróleo, por ejemplo.
India está buscando caminos y alternativas que le permitan seguir comprando petróleo ruso, según funcionarios gubernamentales familiarizados con el asunto. Las refinerías privadas chinas también están discutiendo formas de seguir comprando con comerciantes e intermediarios, en un intento por aprovechar unos precios mucho más baratos, como lo han hecho con Venezuela.
Una condena casi global
Los compradores potenciales no están dispuestos a sufrir la misma situación que padeció Shell, que se vio obligada a dar un giro de 180 grados después de que su compra de petróleo y gas ruso desencadenara una condena generalizada.
Quienes están dispuestos a comprar petróleo ruso no solo intentan evitar daños o sanciones a su reputación. También tienen que navegar por los mercados financieros buscando un prestamista puesto que muchos bancos han dejado de prestar dinero para financiar la compra de bienes y servicios rusos.
El pago y el envío también son problemáticos, aseguran los traders, aunque la voluntad de los vendedores ofreciendo condiciones de pago flexibles pueden ayudar a superar algunas dificultades.
Por otro lado, el petróleo afectado por las sanciones o restricciones tiende a entrar en el mercado a través de las llamadas fugas. Los cargamentos se pueden cargar en un barco que posteriormente realizará una transferencia de barco a barco de forma clandestina para ocultar el verdadero origen del crudo.
Información de El Economista/Bloomberg