"Nadie quiere trabajar más", el movimiento en el que podrías militar

McDonald's ofrece desde $15 hasta $21 por hora para que trabajen con ellos, y Costco hasta $17. Taco Bell propone 4 semanas de vacaciones anuales y permiso de maternidad remunerado. Casi todas las compañías usan estas estrategias para emplear más personas, pero las vacantes abiertas cada vez son más. La realidad es una: nadie quiere trabajar más y aquí explicamos las causas

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nadie quiere trabajar más

Es probable que si viajas a Estados Unidos, encuentres numerosos anuncios donde podrás leer Nobody wants to work anymore (Nadie quiere trabajar más)», especialmente en cafeterías, cadenas de comida rápida y otros locales que prestan servicios.

Los carteles se encuentran en los poblados más remotos y en las grandes ciudades y su existencia se debe a una sola cosa: no hay suficientes empleados para cubrir la demanda de los clientes que llegan a diario.

Mc Donalds, que cuenta con más de 13.000 locales en ese país, usó la frase y se viralizó con rapidez en TikTok y Twitter: “We’re short staffed. Please be patient with the staff who did show up. Nobody wants to work anymore» («Tenemos poco personal. Por favor, tengan paciencia con el personal que se ha presentado. Nadie quiere trabajar más»); Taco Bell y Burger King también.

Y si bien se han aplicado algunos incentivos, como aumentar la paga por hora hasta 21 dólares – cuando en realidad el salario establecido por el Estado corresponde 7,25 dólares por hora -, la situación sigue empeorando: cada día hay más puestos de trabajo, pero menos personas dispuesta a tomarlos.

¿Qué pasó? Aquí damos unas luces de esta nueva realidad.

¿Cuándo comenzó?

No es un secreto que el coronavirus golpeó fuertemente a la economía del mundo, especialmente a la de Estados Unidos.

En este país, ya sea porque los empleadores debieron cerrar los locales o decidieron prescindir de personal, el número de desempleados cerró en 2020 en 22 millones de personas, según reportes de la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU.

Para octubre de 2021, ese número ha disminuido debido al avance de la vacunación y la apertura comercial, pero no lo suficiente para que la economía resurgiera por completo ¿Por qué? Porque no hay gente que llegue a las entrevistas de trabajo, acepte las ofertas disponibles, o esté calificada.

El Departamento del Trabajo de Estados Unidos informó que en septiembre de 2021 se crearon solo 194.000 empleos nuevos, algo que alarmó a los economistas, y por supuesto a los empleadores, porque las estimaciones daban por hecho que serían 500.000.

Los meses anteriores el patrón fue parecido: en agosto fueron 366.000 empleos y en julio 943.000.

¿Por qué pasa esto?

Antes del verano, los especialistas indicaban que se debía a la propagación de la variante Delta, que siguió tras la pandemia, y el hecho de que había un número importante de la población que aún no recibía las dos dosis de las vacunas.

Tras pasar la temporada y comprobar que no hubo grandes avances, los analistas conservadores señalaron que era una consecuencia del plan de ayuda que la administración de Joe Biden mantiene hasta hoy. Este plan permite a los ciudadanos calificados recibir 300 dólares a la semana para cubrir sus necesidades.

«Trabaja aquí por $15 la hora y comidas gratis», dice el anuncio.

Mientras que su contraparte, los progresistas, apuntaron a que las empresas debían mejorar los salarios y prestar ayuda social para motivar a la población.

Por su parte, los expertos han dicho a la BBC que «el déficit de mano de obra es más puntual que generalizado y se debe a un reajuste del mercado de trabajo pospandemia, por el que muchos ciudadanos han decidido cambiar de sector».

A pesar de los análisis, y las estrategias que han aplicado Mc Donalds y otras empresas de sobrepasar el salario por hora establecido por el Estado (7,25 dólares), nada funciona por completo y ha llegado al punto de colapsar la cadena suministros.

Esta realidad ha motivado a los ciudadanos a usar las redes sociales para mostrar y dar posiciones de lo que hay detrás de esta decisión colectiva.

¿Qué dicen exactamente?

Las críticas, que se hacen a través de videos cortos o tuits, vienen cargadas de sarcasmo y responden a la sentencia «Nadie quiere trabajar más«.

Al respecto, hay un comediante llamado Dave Yates (@yestescomedy) que hizo varios vídeos donde expresa su descontento.

En uno dice: «Entonces, ¿por qué no pones la paga en la descripción del trabajo? ¿Por qué no dicen exactamente lo que voy a hacer? Así podría decir si estoy dispuesto a mentir para ser calificado».

@yatescomedyTo all the #nobodywantstowork #dingdongs #livablewage #thesystemisbroken #wantbetter for others. #stopcomplaining start #helping #Change #sobercomedy♬ drama effect background – Not Me

«La gente no quiere ser tratada como basura y vivir en la pobreza mientras trabajan», reafirma en otro.

@yatescomedy#nobodywantstowork is what people #posting #helpwanted ads think when nobody responds. #beupfront #tellem he pay is 💩 #sobercomedy #recoveryhumor #1♬ drama effect background – Not Me

“Es verdad. Tristemente nadie quiere trabajar hoy en día porque el gobierno está dando dinero y la gente dice: ‘Nah, no quiero trabajar aquí’. Y eso es porque ellos están sobrellevando las cosas bien. En cualquier tienda, restaurante u hospital están contratando. Es loco. Mi manager incluso tiene problemas para llenar nuestros puestos”, explica una chica cuyo usuario en TikTok es @customdots.

@customdots#stitch with @drew_talbert true #fyp #true #sadreality #nobodywantstowork♬ original sound – Custom Dots

«Si no quieres un trabajo, no programes una entrevista y me hagas perder mi tiempo. Nadie te está forzando a llenar la aplicación y agendar una cita», dicen un entrevistador anónimo cuyo usuario es @rhondagilliam611.

@rhondagilliam611I don’t understand the logic MAKE IT MAKE SENSE #employerproblems #nobodywantstowork #fyp #foryoupage #cantgiveitaway #makeitmakesense♬ i hope ur miserable until ur dead – Nessa Barrett

¿Qué piensa la clientela?

Esta es la posición de la usuaria @nc_bella_bear: “Recen por Carolina del Norte, no tenemos gasolina, no tenemos pollo Bojangle’s, nadie quiere trabajar allí. Hay demasiada gente estúpida (que no quiere trabajar)”.

@nc_bella_bear71#prayfornorthcarolina #lol #nogas #nobojangleschicken #fyp #nobodywantstowork #stupidpeople #justsaying♬ original sound – NCbella_bear

En la misma red social, otra mujer (@thedanniack) relata su experiencia: “No soy una fan de los autopagos. Especialmente en un supermercado porque suelo llevar mucha comida. Fui a uno ayer, a las 8:00 de la noche, y estaba realmente vacío. Lo único abierto para pagar era la caja de autopagos y yo estaba frustrada porque no me gustan. Solo habían dos empleados viendo a la gente pagar y le pregunté a una: ‘¿no hay una caja, con personal, abierta?’ Y ella responde que no hay suficiente personal. Y yo le dije: ‘¿De verdad? Interesante. Elegiré otra tienda la próxima vez’ y ahí fue a abrir su caja registradora y me pasó los productos. ¿Entonces, qué está pasando?”.

@thedanniackwhat is going on? #lazy #nobodywantstowork #selfcheckout #selfcheckoutsucks♬ original sound – Danni Ackerman

Al igual que los conservadores, la mayoría señala que todo se debe al subsidio, y la pérdida de ética laboral que existía en el país.

@itzdieg0No mames 🤣 #funny #fyp #CandyCrushAllStars #mediotiemposhow #break #workflowtiktok #nobodywantstowork♬ sonido original – 😎PATITAS DEL 3 1/2 FANS ❤️

Punto clave: las metas cambiaron

No obstante, lo cierto es que los objetivos de las personas son distintos y algunos priorizaron la salud mental.

En redes sociales, son cientos las personas que comentan que no están dispuestas a retomar un horario que consideran abusivo y por pagos no competitivos o adaptados a su realidad.

Además, hay que decir que los desempleados no solo recibieron un bono durante la pandemia, sino que miles se enfocaron en buscar alternativas para distraerse o formarse académicamente.

Hubo madres que tomaron cursos de programación o marketing, y jóvenes que vieron en las criptomonedas una vía para aumentar sus ingresos ¿Lo mejor? No tenían que salir de casa.

Esa comodidad es la que muchos críticos del «Nobody wants to work anymore» no quieren dejar, y no solo ocurre en los trabajos de atención al público o de servicios, sino en los de alto nivel como se explica en la nota Economía YOLO, el movimiento millennial que podría cambiarlo todo.

Incluso la cadena CNBC hizo un reportaje con casos parecidos que se pueden ver en el siguiente vídeo:

UK también lo vive

En Reino Unido la situación es incluso peor,  ya que no solo se trata de la pandemia sino de su separación de la Unión Europea lo que ha ocasionado que no haya transportistas ni trabajadores para los sectores primarios de la economía.

Por ejemplo, Nando’s, una franquicia con más de 400 restaurantes en UK, cerró más de 100 establecimientos por la escasez de su insumo principal: pollo.

Para paliar la crisis, que también afecta la distribución de combustible, Reino Unido anunció el pasado sábado 25 de septiembre que entregaría hasta 10.500 visados provisionales de trabajo para responder a la falta de mano de obra.

La idea es que los permisos duren tres meses (octubre, noviembre y diciembre), y que quienes tomen las visas vayan a trabajar a los sectores golpeados, especialmente la granjas donde se crían aves de corral.

Y no termina allí…

Los mismos motivos se repiten en otras partes del mundo. En China, por ejemplo, el movimiento se llama «Neijuan» (involución) y está respaldado por millennials y jóvenes de la generación Z como en  EEUU.

Su objetivo es ir contra los parámetros que les impone la sociedad: la normalización de la hiperproductividad, el desgaste físico y mental.

Una de sus mayores críticas se dirige al sistema 996 (trabajar desde las 9:00 am hasta las 9:pm, 6 días a la semana), sobre el cual manifiestan que más allá de los problemas psicológicos que genera, no resulta viable en términos de avance social y financiero.

Eso es algo que el profesor Biao Xiang, de la Universidad de Oxford, señaló a la BBC: «Los jóvenes siguen sintiendo que si no trabajan duro o participan en competencias serán rechazados por la sociedad, pero no ven un avance a pesar de sus repetidos esfuerzos».

Y aunque pareciera un boicot, la prueba del estancamiento se ve en números. En la actualidad, China tiene el segundo mayor número de multimillonarios en el mundo, pero hay alrededor de 600 millones de personas que ganan como mucho 1.000 yuanes (US$154).

Es por eso que los mismos Neijuan también adoptaron el pensamiento tang ping (acostarse en mandarín), el cual consiste en asimilar y practicar que la vida se puede vivir al mínimo. Es decir, el mínimo de esfuerzo y entrega en cualquier aspecto de la vida: lo opuesto a la definición de éxito en China.

¿Pasa en Latinoamérica?

Sí, y cada vez más seguido. En Twitter son cientos los que cada día tuitean que dejaron lo que describen como «empleos tóxicos», haciendo referencia a trabajos donde deben hacer horas extras sin remuneración y asumir labores que no corresponden a su cargo.

De hecho, la situación suele ser peor para aquellos que se atreven a ser freelancers (trabajadores independientes a través de internet), ya que pueden ser víctimas de incumplimientos de pago o de ofertas abusivas. Esto último, en el caso de los venezolanos, suele ser recurrente.

Cuando se agudizó la crisis (2016-2017), un alto porcentaje de personas freelance preferían aceptar trabajos por volumen y no por lo que verdaderamente valían.

Ese contexto dio pie a que los pagos por asignación entregada fueran mínimos, pero seguidos, lo cual permitía costear gastos.

Sin embargo, con el tiempo, esos pagos dejaron de alcanzar para lo básico y los profesionales de áreas específicas y personas reconocieron que no era justo esforzarse por menos de lo mínimo. De ahí que se pelee entre quienes sí cobran lo debido y los que no.

Venezolanos: ¿mano de obra barata?

Hay quienes lo cuentan:

¿Puede cambiar la perspectiva?

Aunque las condiciones aplican, sobre todo si se trata de los millennials o centenialls (caracterizados por buscar equilibrar su vida personal y empleo), sí se puede y los especialistas lo dirigen todo hacia la transformación de la cultura de los oficios dentro y fuera de las compañías.

Construct ED, una plataforma estadounidense que imparte cursos online de trabajos de servicio, publicó un análisis en el que explica que no solo se debe tratar de considerar los factores que ahora limitan la contratación de esta población – que es la que mueve el «Nadie quiere trabajar más» – sino de enseñar, desde la infancia, que estos puestos son valiosos e igual de dignos que los de alta gerencia.

Entre las cosas que resalta, por supuesto incluye el respeto y retribución digna de la labor, y enumera los siguientes puntos:

  1. Valorar el trabajo que proporciona un valor real y resuelve los problemas.
  2. Enseñar a los jóvenes a encontrar satisfacción en la creación de algo tangible.
  3. Dejar de decir a los jóvenes «no querrás acabar de conserje», ya que fomenta pensamientos de superioridad a través de la desvalorización del trabajo de otros.
  4. Mostrar más historias de éxito: ¿Qué tan  lejos puede llegar un carpintero? ¿Hay plomeros exitosos? ¿Por qué es importante un transportista para la ciudad?
  5. Respetar el espíritu empresarial en los oficios. Construct ED quiere decir con esto que tiene el mismo valor invertir en un startup que en un taller de mecánica de neveras, ya que igualmente hay una oportunidad de generar soluciones y potenciar un negocio.

La plataforma señala que «no hay soluciones rápidas para conseguir que más millenials entren en los oficios. Pero todos los sobornos, las ventajas y los salarios del mundo no serán eficaces para resolver el déficit de competencias hasta que los jóvenes empiecen a ver el trabajo de los oficios como un trabajo valioso, honesto, importante y significativo».

Por eso, apuntan a que todo se resume en: «cambiar la forma de hablar y pensar sobre los oficios en nuestra cultura».

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