Salud

Academia de Medicina pide prudencia y nuevos datos sobre el Carvativir

El especialista en Contingencia en Salud del Hospital Vargas de Caracas aseguró que rusos y japoneses ya lo han utilizado contra la influenza, sin resultados prometedores. Sentenció que mientras el carvativir no cumpla con el rigor del método científico, "eso es un cuento". Por su parte, Médicos Unidos de Venezuela desgranó parte de sus componentes. Uno de los principales es aceite de tomillo. Y la Academia de Medicina prefiere tener más información porque no se han visto pruebas de lo que dice Maduro

carvativir
Imagen de portada: Yiseld Yemiñany / Fotos: Cortesía Twitter
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La Academia Nacional de Medicina emitió, durante la noche de este lunes, una «nota preliminar» sobre el «antiviral Carvativir», presentado por Nicolás Maduro como las «gotas de José Gregorio» que, según él, tiene una efectividad asombrosa contra la covid-19. Maduro, por supuesto, no ofreció pruebas ni documentación científica suficiente que permita comprobar lo que dice. De modo que no es mucho lo que la Academia puede analizar.

La Academia se centra especialmente en una de las afirmaciones de la comunicación oficial: que el Carvativir pasó todas las pruebas durante nueve meses.

Esta es la descripción que hacen: «En cuanto a la naturaleza química del Carvativir, se supone que es un derivado del tomillo (Thymus vulgaris) con el nombre químico de «2-metil-5-(1-metiletil)-fenol recombinado«, mejor conocido como Carvacrol o 2-Metil-5-(1-metiletil) fenol, y no tiene nada de novedad, pues tanto los extractos como los productos puros del tomillo tienen ya una larga tradición como nutricéuticos y agentes terapéuticos desde tiempos ancestrales. Al respecto se conoce la estructura química de un sinnúmero de sus aceites esenciales, producto del metabolismo secundario (terpenos) del tomillo».

Y aunque reconocen que hay estudios recientes que muestran «ciertos mecanismos de acción de los aceites esenciales del tomillo en contra de varios virus de influenza y coronavirus», recuerda el largo proceso que experimentó el remdesivir en el complejo protocolo de estudios al que fue sometido que tuvo una duración de 20 meses tan solo para lograr su patente y los cuatro ensayos clínicos controlados por los que pasó para evaluar su eficacia en el tratamiento de la covid-19. Esos cuatro ensayos, incluido uno de la Organización Mundial de la Salud hecho en 405 hospitales en 30 países, arrojaron una conclusión: «el remdesivir no reduce la mortalidad, ni el tiempo que los pacientes con COVID-19 tardan en recuperarse».

Sin decirlo, el breve documento de la Academia pone en duda que el medicamento milagroso haya pasado por las pruebas suficientes tan siquiera como para someterse con éxito a la evaluación de la OMS. Pero como la ciencia solo llega a conclusiones con suficiente evidencia, el mensaje es un tanto esperanzador. Es casi un ojalá que sea verdad, pero no hay evidencia suficiente de que lo sea:

«Hay una sola conclusión válida con la información que hasta ahora es del domino público: los extractos de tomillo, incluyendo muchos de los aceites esenciales derivados de esa planta, tienen el potencial terapéutico contra coronavirus, sin embargo, es prudente esperar por mayores datos de las pruebas del Carvativir, según los protocolos internacionales descritos arriba para calificar como candidato a medicamento anti Covid-19. Esperemos que así sea, y se convierta en realidad esta futura noticia».

«Ya existe con otro nombre y no es 100% efectivo»

Ni nuevo ni 100% efectivo. El carvativir, con otro nombre, ya lo usaron los japoneses y los rusos para combatir la influenza. Así se refirió Enrique Montbrum, médico cirujano especialista en Contingencia en Salud del Hospital Vargas de Caracas, sobre este supuestamente nuevo medicamento, al que Nicolás Maduro presentó ayer como «100% efectivo».

Según dijo también Montbrum en el programa de Román Lozinski en Éxitos 99.9, el carvativir tampoco cumple con lo imprescindible para que la comunidad científica lo considere creíble: ser publicado en cualquier publicación médica reconocida. Es una especie de palestra para que ser evaluado por cualquier especialista, en cualquier parte del mundo.

Maduro presentó en televisión el carvativir en tres simples goteros plásticos diferentes. Aunque aseguró que «ya tiene las patentes y permisología para que se conozca a nivel mundial», los envases ni siquiera muestran el registro sanitario del propio Ministerio de Salud venezolano.

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«Diez goticas bajo la lengua cada cuatro horas y el milagro se hace», recetó Maduro alegremente.

«Todos los medicamentos deben pasar por el rigor del método científico. Le falta mucho a este para poder recomendarse porque no tiene ese rigor», dijo Montbrum. Y agregó: «Mientras eso no exista, eso es un cuento«.

¿Aceite de tomillo y orégano?

En una guía técnica sobre el carvativir se admite que está compuesto básicamente de isotimol. Aunque no lo especifican en esa guía, el timol es un aceite que en la naturaleza está en el tomillo y el orégano. Se considera un poderoso fungicida.

«Cada ml contiene 6mg de Carvativir (2-Metil-5-(1-metiletil)-fenol recombinado). (Isothymol recombined lipofilic GRAS) (…) «, explican. Más adelante añaden que «el Carvativir libre generalmente no es detectable en el plasma humano. Se circula como sulfato de timol, no glucurónido, en el torrente sanguíneo como se detecta por cromatografía líquida-espectrofotometría de masas».

En un texto de Médicos Unidos de Venezuela se especifica que «el extracto de tomillo (Thymus vulgaris) sí tiene efecto ante infecciones de coronavirus, pero a través de un mecanismo indirecto que estimula la respuesta inmune ante el estrés. Las evidencias, sin embargo, son aún muy preliminares«.

Explican que el nombre se da porque al isotimol también se le conoce como Carvacrol.

Aunque en la guía se mencionan varios estudios, no se dan detalles sobre cuándo o dónde se realizaron. Tampoco hay links para poder explorarlos.

El infectólogo Javier Roa explica que se desconocen los protocolos naturales del medicamento pero «sí es cierto que hay que tener cuidado, porque de retrasarse el diagnóstico y la atención del paciente, aferrándose a una seguridad, puede morir. No directamente por el Carvativir, pero sí por los daños que puede ocasionar el virus, esperando el milagro de las gotas».

La mente brillante desconocida

En su alocución, Maduro manifestó que una «mente científica venezolana brillante», que «está siendo protegida», creó el carvativir. Pero Montbrum asegura que ya existía.

Lea también: «Goticas de José Gregorio»: el último remedio mágico de Maduro contra el coronavirus

«Es un antiviral que se ha usado en Japón y Rusia en alguna de sus versiones contra la influenza», expresó. Los estudios no lograron «un resultado prometedor o que permita validarse».

Reuniones científicas recientes han evaluado todas las opciones existentes contra el Sars-CoV-2 y lo más efectivo es el uso de esteroides. También «se está hablando» de un plasma colonizador de leucocitos pero «no existe ningún medicamento, con estudio de metanálisis, que permita establecer una diferencia significativa o que disminuya el tiempo de hospitalización» de pacientes con covid.

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