España

Mueren 3 personas por derrumbe de una mina de potasio en Cataluña

Según las primeras investigaciones, las víctimas son un geólogo, un topógrafo y un mecánico de roca. La mina pertenece a la empresa ICL Iberia, filial de un grupo israelí

Publicidad
mina
Foto cortesía de la web de ICL Iberia

Tres personas murieron por el derrumbe de una mina de potasio, ubicada cerca de Barcelona, en Cataluña, al noreste de España.

Las tres personas quedaron atrapadas a unos 900 metros de profundidad. Al principio se pensó que podían rescatarlos con vida pero luego la Generalitat informó que habían fallecido, reportaron medios como DW y La Vanguardia.

Esta mina de potasio pertenece a ICL Iberia, filial española del grupo israelí ICL, y se le conoce como mina de Súria. Según la página web de la empresa, esta mina ICL Iberia Súria & Sallent produce 1 millón de toneladas anuales de potasa, de las que un 80% se exportan a varios países. La potasa se utiliza, sobre todo, para la producción de fertilizantes.

El diario español La Vanguardia asegura que las primeras investigaciones apuntan que las víctimas son un geólogo, un mecánico de roca y un topógrafo que estarían analizando la mina para seguir avanzando en las excavaciones.

Según la policía regional catalana, el accidente ocurrió poco antes de las nueve de la mañana (08H00 GMT), cuando hubo «un desprendimiento» en una galería de la mina de potasio.

mina de potasio
Mina de Súria, cerca de Baarcelona. Foto cortesía de la web de ICL Iberia

La policía regional indicó que desplegó unidades especializadas para participar en el rescate, entre ellos una unidad canina, mientras que los servicios de emergencias regionales precisaron, por su parte, que habían enviado al lugar dos helicópteros medicalizados y un equipo de psicólogos.

Una mina de potasio poco compacta

Reseñó DW de fuentes sindicales que «en la mina de Iberpotash en Súria trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados». Los representantes gremiales consideran que hubo fallas de seguridad.

«Expertos consultados por La Vanguardia explican que, a diferencia de las minas de sal, las de potasa son menos compactas al mezclarse con el barro. Por tanto, necesitan estar más reforzadas con tal de evitar el desprendimiento. El protocolo en estos casos indica que cuando los técnicos descubren alguna incidencia en la mina, deben retroceder hasta donde hay un punto telefónico y avisar al exterior, siempre sin salir del coche», refirió el diario español.

Publicidad
Publicidad