Los conciertos que ya no vendrán

A falta de azúcar, harina, jabón, preservativos, papel toilet… y la lista se extiende. Seguramente se nos ha olvidado también el desfile de agrupaciones que vinieron a Latinoamérica. No solo es que estamos perdiendo la capacidad para producir discos, porque tampoco hay disqueras, tampoco el formato streaming tipo spotify o deezer aplica en nuestro país, la venta digital poco aplica en nuestro país porque no tenemos acceso a dólares. Por suerte sites como Cúsica o Ichamo te lo venden en bsf.

Uno se alegra por nuestros países vecinos., Pearl Jam anuncia una gira latinoamericana para Noviembre y System of a Down llegará a Brasil y Colombia. Se esperan los anuncios de Muse, The Rolling Stone y AC/DC. El mundo avanza muy bien al parecer.

Nuestras productoras, otrora motores de conciertos internacionales: Evenpro, Water Brothers, Solid Show, Emporio Group, Main Event, entre otros, se las están viendo difícil, primero por el casi nulo acceso a dólares para hace eventos y progresivamente los mismos artistas han decidido negarse a pasar su show por Venezuela. Tenemos el caso del trompetista y jazzista Wynton Marsalis que canceló su visita al país porque según su “presencia en Venezuela, en este momento particular, podría desviar la atención de la tan merecida celebración de las cuatro décadas de excelencia de El Sistema”, decía su comunicado de prensa. Un golpe fuerte si analizamos la situación. Aceptar que hay un problema como este para un ente como la Fundación Teresa Carreño no debió haber sido fácil. Quizás fue mejor eso que de repente haya sido por ¿falta de divisas?

Quien sí parece que viene definitivamente es Ricardo Arjona, el guatemalteco estará por estos lados desde el 14 hasta el 23 de Abril con un show que aseguran será impresionante, además de los interesantes costos de sus entradas que oscilan entre Bsf 6.000 (más del salario mínimo) hasta Bsf 33.000, el equivalente de $24 a $135… depende de cómo se mantenga en los siguientes días.

Más que una crítica es un panorama país que nos pide plantearnos el siguiente escenario mietras crisis-inflación-inseguridad también patea a la cultura del entretenimiento. Nuestros talentos empiezan a irse y ¿qué nos va quedando? El momento de desarrollar nuevos artistas y mirar hacia dentro. Las ganas de ir divertirse en un evento musical van a tener que detonar.

De repente iniciativas como Guataca Producciones que se convierte en un espacio para convivir con buena música sobre la base de diferentes manifestaciones musicales que dan diversidad a la audiencia, conviene también echar un vistazo a lo que podría ser las nóveles agrupaciones que se van armando desde el Festival Nuevas Bandas.

Los que se quedan deben hacer la nueva escena, las productoras que no pueden sacar su dinero tal vez deban replantearse cómo sobrevivir con los que se han quedado, artistas que creen en la opción de construir el país y una audiencia que ya sea por limitaciones de su poder adquisitivo para emigrar o las ganas de ver cambiar lo que está pasando, sigue dispuesta a salir a divertirse.

Pasarán muchos años para que vengan aquellas giras internacionales que uno cruzaba los dedos para que se dieran por acá. Todavía vienen artistas de afuera, muchos a eventos privados, pero el soberano de esta república bolivariana ahora debe conformarse con los videos de youtube que tienen acceso.

Madonna, U2, The Rolling Stones, este triunvirato mundialmente conocido, sueño constante de las productoras venezolanos de traer como la meta más grande, si antes no pudieron, ahora se torna una especie de utopía de la que hay mas trabas para hacerse realidad que ganas de pensar en su posibilidad.