Se celebran 40 años del estreno de la película que comenzó la saga Star Wars en 1977, mientras los fanáticos escudriñan cuanta declaración ocurre para adivinar qué traerá la siguiente entrega, Episode VIII: The Last Jedi. La historia, en manos de Rian Johnson que también la dirige, tendrá un fuerte foco en Luke Skywalker, con un Mark Hamill mostrando al máximo sus capacidades histriónicas
Mark Hamill habla con desparpajo sobre Star Wars. Más de 30 años después de haber interpretado por última vez en cámara a Luke Skywalker, en 2014 retomó el papel para tan solo una escena final de la película Episode VII: The Force Awakens. Y con esa participación, que cierra lo que la propia cinta anuncia en el texto que domina la pantalla al comenzar –Luke Skywalker ha desaparecido”-, el actor volvió a su personaje más recordado del cine.
El histrión pensaba que su participación sería más amplia, hasta que leyó el libreto. Entonces se involucró en las lecturas de mesa con sus compañeros, y se preparó físicamente durante 50 semanas para los segundos que aparece en pantalla, enfundado en los ropajes de un maestro Jedi que ha optado por alejarse y ya no tapar su mano mecánica. La escena, filmada en 2014 en la isla Skellig Michael –un sitio de interés patrimonial en Irlanda- se estrenó al año siguiente y el propio Hamill se ha burlado de ella: “¡ese sable láser venía con una mano!”, dijo entre risas durante la reciente Convención Star Wars para celebrar 40 años de la saga.
Igualmente, en conferencias y entrevistas ha afirmado que él, de haber tenido poder de decisión, hubiese modificado aspectos de la historia de ese filme: “Como le dije a J.J. (Abrams, el director), Nunca he estado más feliz de estar equivocado”, ha admitido luego de ver la respuesta del público.
El Episode VIII: The Last Jedi, que se estrena a finales de 2017, tendrá fuerte presencia de Hamill, quien asumirá rol protagónico junto a la actriz Daisy Ridley (Rey). El rodaje principal ya terminó y el actor, así como otros involucrados, ya comienzan a soltar detalles de producción. Por ejemplo, Mark Hamill le contó a Vanity Fair que para las escenas grabadas en el mismo islote irlandés debió subir a la cima caminando, como dos años atrás.
Durante las grabaciones de la película dirigida por J.J. Abrams no se aprovechó el lugar ni el momento para rodar diálogos más completos. Por lo que el director Rian Johnson debió pautar el regreso a esa isla. “Me juré nunca volver”, dijo Hamill, de 65 años, admitiendo que el trayecto desde la costa hasta la cima le llevaba hora y media de caminata, en subida. “Tenía que parar cada 15 minutos para descansar”. Y fue privilegiado, el equipo técnico debía hacer lo propio en la mitad del tiempo.
En ese escenario transcurrirá buena parte del primer acto de The Last Jedi, el entrenamiento de Rey por el maestro Luke luego de la predecible negativa inicial. Y será el personaje de Hamill el punto fuerte de la trama, como ya se revela en el primer poster oficial. De hecho, a Vanity Fair la presidenta ejecutiva de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, asomó que así como Han Solo (Harrison Ford) fue clave en el Episodio VII, Hamill lo será en el VIII mientras que Carrie Fisher, la Princesa Leia, lo hubiese sido en el último de esta nueva trilogía (el argumento debió ser cambiado debido a su muerte).
Desde ya se asume que uno de esos “últimos Jedi” es Luke, especialmente porque así es calificado en el “opening crawl” de The Force Awakens. El otro sería la propia Rey, con quien la relación tendrá “un elemento de entrenamiento”, según Johnson quien confirmó que en esa isla se ubica un antiguo templo Jedi que Skywalker ha estado buscando, en el planeta Ahch-To donde ha estado en retiro.
El actor Oscar Isaacs (Poe Dameron) contó a David Kamp que tuvo la oportunidad de ver al protagonista volver al personaje que inauguró hace cuatro décadas, y compartir escenas con él. «Ver a Mark retomar a Luke fue bizarro e impresionante», dijo el intérprete afirmando que pudo ser testigo de hasta dónde Hamill llevó el papel «y en lo que se ha convertido». Hablamos de un actor curtido, maduro, que envejecio hasta el punto preciso para asumir de nuevo el que fue su primer rol protagónico, uno que él mismo admite lo condujo con mucha inexperiencia.
Johnson, quien asumió en solitario las riendas del guion del Episodio VIII, ha dicho que la historia será insospechada. Comenzó a escribirla cuando la película que le precede no había sido terminada, pero tuvo reuniones con Abrams para ver adelantos y entender cómo un episodio afecta al otro. Pero el director está haciendo una apuesta propia: una trama que haga evolucionar a los personajes, que muestre nuevos caminos, que no se quede en la nostalgia. Y al parecer el resultado es muy bueno, tanto que, según reportó el Washington Post, J.J. Abrams no solo lamentó no dirigirlo sino que deseó haberlo escrito él.
“Va a hacer cosas muy raras. Si has visto el trabajo de Rian, sabes que no será como nada que hayamos visto en Star Wars”, dijo en 2015 Lawrence Kasdan, coguionista de The Empire Strikes Back y de The Force Awakens. Johnson escribió y dirigió The Brothers Bloom (2008) y Looper (2012), así como tres episodios de la serie Breaking Bad («Fly», «Fifty-One» y «Ozymandias»).
Se espera que la cinta sea mucho más “oscura” que la estrenada en 2015, como dijo el actor John Boyega (Finn). El propio guionista y director ha dicho que comenzó a trabajar “escribiendo los nombres de cada personaje y pensando qué es lo peor que podrían enfrentar”. Además, incorpora nuevos personajes, incluyendo el que se anuncia como muy relevante: DJ, interpretado por Benicio del Toro, algo desconocido hasta que se hicieron públicos los retratos que le hizo en el set de rodaje la fotógrafa Annie Leibovitz, quien realizó una serie completa de imágenes para Vanity Fair (aquí abajo un video sobre esas sesiones).
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