Dudamel, de 38 años, se encuentra en Tokio para dirigir tres conciertos al frente de la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil), en los que ofrecerá un programa que incluye las sinfonías primera y novena de Gustav Mahler.
En una rueda de prensa en un hotel de la capital japonesa, Dudamel dijo que, «tristemente», no ha estado en su país desde hace dos años y medio, aunque mantiene los contactos por internet con toda la gente que conoce y que está «por todo el mundo».
«Los venezolanos están en todos los sitios, intentando mantenerse con vida», agregó Dudamel, que calificó como «compleja» la crisis que vive su país, con un situación «terrible e inaceptable».
Aunque «todo el tiempo estoy allí, con mi corazón y mi amor, desearía que muy pronto pudiera volver a mi país, pero no sólo yo, sino toda la gente que está desesperada por volver para estar con su familia y trabajar en favor de su país».
Se trata, insistió, de «vivir en una Venezuela libre».
En unas breves declaraciones a Efe al final de la rueda de prensa, Dudamel insistió en que su país está «muy cerca del final de esta pesadilla, porque es insostenible».
«Lo que hay que darle a la gente es esperanza, que no decaigan los ánimos, y seguir la lucha por ser escuchados, y que haya un cambio, donde pueda haber espacio para que este país crezca», insistió.
El músico venezolano, también director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, tiene una trayectoria musical ligada desde niño al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, más conocido como «El Sistema» y cuya vigencia defendió.
«Creo que con las nuevas generaciones, la música, cuando pase esta crisis, porque pasará, sanará al país, y será hermoso, porque es lo que es ‘El Sistema’, es un símbolo del país», afirmó en la rueda de prensa.
Para Dudamel, «la música es un elemento para curar a la gente, para unir la gente».
«Con la crisis actual (…), creo que la luz está muy cerca al final del túnel», añadió.
Preguntado por qué ha elegido Mahler para sus conciertos en Tokio, Dudamel dijo que su música «representa la excelencia» y el «virtuosismo» gracias a los elementos artísticos de sus composiciones, y además siempre «es un desafío» interpretarlo.
Pero, bromeando, Gustavo Dudamel dijo que también tiene otra razón para elegir a Gustav Mahler: «Tenemos el mismo nombre».