Espectáculos

Pablo Escobar tuvo un reinado intenso, pero corto

Desde su estreno en 2011, a “Pablo Escobar: el patrón del mal”, un híbrido entre serie y telenovela, se le considera como la biografía más completa del capo colombiano de la droga. A Venezuela, llega finalmente a través de A&E Latinoamérica, el primer canal por suscripción que la emite

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Pablo Escobar Gaviria fue el mayor narcotraficante de la historia de Colombia. Pese a su largo historial delictivo y dedicarse a la venta de drogas a gran escala, se convirtió en un hombre muy querido por la sociedad de su país, además del más rico y peligroso. Este contraste en su personalidad es el que muestra, en diferentes facetas y momentos de su vida, «Pablo Escobar: el patrón del mal», una producción realizada en 2012 por la cadena colombiana Caracol TV, totalmente filmada en exteriores en un formato híbrido entre serie y telenovela.

A casi diez años de su lanzamiento, con su correspondiente éxito de crítica y público, primero en el vecino país y luego en numerosos mercados internacionales, finalmente puede ser vista en Venezuela a través del canal por suscripción A&E, que la emite, desde el 12 de julio pasado, de lunes a viernes a las 9 pm, con repetición de los cinco episodios semanales los domingos a la misma hora.

Partiendo del best seller La parábola de Pablo, del periodista y escritor colombiano Alonso Salazar, quien también fue Alcalde de Medellín, esta adaptación televisiva mezcla ficción y realidad en un relato atrapante.

Minuciosa investigación

De 1995 a 1998, Salazar se dedicó a rastrear como un detective la vida de Pablo Escobar. Habló con otros capos, con sus matones, sus cocineros y sirvientes, con su mamá y otros familiares. Recorrió la geografía por la que se movió y se leyó todos los archivos existentes sobre el tema. Finalmente, corroboró todos los rumores y luego, se dio dos años más para darle forma a su investigación.

“Sentí que para contar una historia más auténtica de lo que había pasado en Medellín había que hacerlo por medio de ese protagonista tan ineludible”, aseguró el escritor al diario El Tiempo de Bogotá, con motivo del estreno en Colombia de la serie inspirada en su libro.

Alonso Salaza, autor del libro sobre el que se adaptó la serie es periodista escritor y fue Alcalde de Medellín

Previamente había publicado No nacimos pa’ semilla (1990), sobre los jóvenes pandilleros de las barriadas de Medellín y luego escribió De drogas y narcotráfico en la sociedad colombiana (2001). De La parábola de Pablo, editado también en 2001, se ha dicho que es la mejor biografía del capo, razón por la cual fue usado por los guionistas Juana Uribe y Camilo Cano para darle forma a la serie de televisión Pablo Escobar: el patrón del mal.

“Su reinado fue intenso pero corto”

-Cuando acepté cederles los derechos a Juana Uribe y a Camilo Cano, lo hice muy conscientemente de que, siendo familiares de víctimas, habría un esfuerzo por darle la vuelta a la historia, y estamos entrando en el terreno donde los ‘buenos’ están empezando a cumplir un papel. Es claro que de Pablo Escobar nadie se había olvidado, pero casi nadie se acordaba de Rodrigo Lara o de Galán. Si se logra tener una perspectiva de estos luchadores, que murieron combatiendo a Escobar y al narcotráfico, me parecería interesante..

Sobre lo más temible del jefe del Cartel de Medellín, que sirve de sustento a su obra, Alonso Salazar fue más que descriptivo:

-Su reinado fue intenso pero corto, pareció un siglo pero fue una década. La conducta y táctica más terrible que impuso en Colombia fue el terrorismo en escala masiva. Y no provino de un actor político, sino de uno delincuencial. La característica más severa de Pablo Escobar es su sociopatía, su falta de detenimiento moral y de barreras para cumplir sus objetivos. Pero tampoco logra cumplirlos porque a unos se sumaban otros y se fue corriendo ese límite al infinito. Esto, porque después de someter al Estado, lograr una legislación y una cárcel para el, no le fue suficiente, y siguió en una carrera hacia la muerte. Era la única que podía detenerlo.

Carátula de una edición reciente del libro que sirvió de base a la serie de Caracol

Tan pronto se inició la serie de televisión en 2012, las librerías empezaron a recibir permanentemente solicitudes del libro en el cual Juana Uribe y Camilo Cano habían basado su libreto. Así, La parábola de Pablo se convirtió de nuevo, once años después de su publicación, en un best seller. Solamente el primer mes se vendieron 5.000 ejemplares, todo un récord de lectura para el vecino país.

Además de la buena acogida de la serie a todos los niveles, analistas editoriales atribuyen este resurgimiento en las ventas, a que el libro “hace memoria y ayuda a entender la génesis de cómo los dineros de la droga pervirtieron a la sociedad colombiana y llegaron hasta las más altas esferas del poder. Con el capo, el secuestro, el terrorismo, las autodefensas y la corrupción como método tomaron vuelo en Colombia”. Para Salazar, “Escobar es producto de este país”.

Narcoseries y narconovelas

Si alguna tipificación habría que hacerle a «Pablo Escobar: el patrón del mal», es que es un producto genuinamente enmarcado dentro de un subgénero: el de las narcoseries, o narconovelas, según sea el formato narrativo utilizado. Esta denominación, con carnet de identidad colombiano, se aplica generalmente a historias que pueden ser reales o ficticias, o una mezcla de ambas, provistas de  un argumento melodramático a lo largo de varios capítulos, remarcando especialmente en la violencia, la prostitución y en todo lo que se genera a partir de la cultura del narcotráfico.

Colombia y México son los principales productores de narcoseries y narconovelas, aunque también se han hecho en otros países, como Argentina, Chile, Uruguay y, en menor escala, Brasil.

Se considera históricamente a «Sin tetas no hay paraíso» (2006) -serie colombiana realizada por Caracol TV- como la primera narconovela. Su éxito internacional resultó tan avasallante, que se hicieron versiones en España, México y hasta en Italia, entre otros países.

En cuanto a «Pablo Escobar: el patrón del mal», Caracol TV apostó por grabar con óptica de cine durante diez meses de rodaje, contando cada día con un presupuesto de unos 164 mil dólares.

Tras el suceso registrado en Colombia, obtuvo el mismo resultado cuando se internacionalizó a raíz de su arribo a la cadena estadounidense Telemundo, dirigida al público de habla hispana, y posteriormente con su llegada a Netflix. La conquista fue inmediata dentro de la plataforma de streaming de mayor demanda mundial. Y su demanda creció apreciablemente en medio de la cuarentena por el Covid-19.

Los contrastes de un capo

La vida del jefe del Cartel de Medellín fue corta, repleta de dinero y por sobre todas las cosas, brutal. La interpretación de Andrés Parra, el histrión colombiano que lo interpreta en la serie, es creíble, repleta de matices y sumamente  medida, sin caer en la tentación de la caricatura.

Parra asegura que la preparación de este personaje fue quizás de las más difíciles, sobre todo porque sabía la importancia que tenía en la sociedad. En el proceso de creación del rol, se encerró más de un mes estudiando documentos periodísticos sobre Pablo Escobar, aunque asegura que nunca se reunió ni contactó con ningún familiar del narcotraficante. Por otro lado, a nivel físico tuvo que adelgazar y usar peluca para interpretarlo (es calvo) y sostiene que la labor del equipo de maquillaje fue fundamental.

Parra logra reflejar fielmente cómo una persona básicamente honesta, en circunstancias terribles es llevada hasta la crueldad. Consigue componer un personaje bonachón con su familia y su entorno íntimo, pero también ferozmente despiadado con sus enemigos, o a quienes consideraba como tales. Aquí la crueldad se enmascara bajo frases graciosas y escenas risueñas. Estos contrastes son los que enriquecen el relato revistiéndolo de un eficaz ritmo narrativo.

Aquí se mezclan escenas reales con relatos ficticios, gracias a una gran labor documental y el aporte de testimonios de quienes lo rodearon.

Amor y odio por Escobar

“Yo odié y amé a Pablo Escobar. Grabé su voz en el celular, tenía fotos. Pero una vez terminado todo, las borré, escondí los libros en mi casa. El me salía hasta en la sopa”, recordó en una entrevista para un canal de televisión de Chile, con ocasión del estreno de la serie en la nación austral. Parra reconoció que se encuentra satisfecho con su interpretación del capo mafioso, aunque hizo hincapié en que siempre separó cuidadosamente su rol con su vida cotidiana.

Parra subió de peso y tapó su calvicie con una peluca parainterpretar el personaje

“El (Escobar) debe estar satisfecho con mi interpretación, pero tal vez está molesto con lo que cobré por actuar”, dijo entre risas. “Pero no creo que yo me haya quedado pegado en el rol. Me quitaba la peluca y el personaje se iba”, describió a su interlocutor.

El actor resaltó la necesidad de recordar hechos y personajes como el que le tocó interpretar, con el fin de no olvidar las terribles consecuencias que tuvieron sus acciones y contribuir a que no se repitan en el futuro. “A veces se nos olvida la gran cantidad de torturas, desapariciones y crímenes que un solo hombre logró hacer, y que llevó a que pasáramos de ser el mejor país cafetero a ser conocido como el que tiene la mejor cocaína”.

De la vida misma

Vale destacar la inclinación de Andrés Parra por interpretar papeles basados en personajes de la vida real. Luego de Pablo Escobar, sorprendió cuando en «El Comandante», serie producida por Netflix, se metió en la piel de Hugo Chávez, tal como lo hace ahora en «El presidente», serie de Amazon Prime Video que aborda el llamado “Fifagate”.

En «El Presidente»  interpreta a SergioJadue, un ejecutivo mediocre en un club de fútbol de segunda división en Chile, que llega a ser vicepresidente de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) y la corrupción que rodeó su tiempo allí.

Andrés Parra, intérprete de Pablo Escobar, se especializa en hacer papeles basados en personaje de la vida real

El escritor y director de esta producción, cuya segunda temporada está por comenzar, es el argentino Armando Bó, ganador en 2014 del Oscar, junto al cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, por el guión de «Birdman».

“Interpretar papeles basados en personas reales es lo que más me gusta”, puntualiza el actor colombiano. “Personas complejas, que pueda construir y  explorar sus experiencias en situaciones excepcionales”, destacó en una entrevista reciente con la agencia EFE.

Polémicas y discusiones

Al ser un formato que permite muchos capítulos, se puede ahondar en los distintos momentos de la vida de Escobar, desde su infancia con carencias, pasando por su ascenso como traficante menor que ayudaba a la gente de su barrio, la llegada de la cocaína a su vida -con su consiguiente entrada de dinero a montones- y las diferentes formas de llevarla a otras tierras, hasta la guerra que desató para no ser extraditado a Estados Unidos, desembocando todo ello en su muerte.

Todo está cabalmente plasmado en «El patrón del mal». Incluso los personajes secundarios, encarnados por actores solventes, muchos de ellos de primer nivel y de impecable trayectoria, fueron elegidos concienzudamente para asignarles sus respectivos roles.

Entre los más destacados figuran, con sus papeles entre préntesis, Angie Cepeda (Regina Parejo), Nicolás Montero (Luis Carlos Galán), Cecilia Navia (Patricia Urrea de Escobar), Vicky Hernández (Eneria Gaviria de Escobar, madre del capo), Germán Quintero (Guillermo Cano Isaza), Ernesto Benjumea (Rodrigo Lara Bonilla), Diana Hoyos (Nancv Restrepo de Lara), Juan Carlos Arango (Gonzalo Rodríguez Gacha), Christian Tappan (Gustavo Gaviria) y Joavany Álvarez (Jorge Luis Ochoa Vásquez,  del clan de los hermanos Ochoa primordial socio de Escobar).

Angie Cepeda interpreta a Regina Parejo periodista y amante del jefe del Cartel de Medellín

El estreno de esta serie desencadenó en su momento una serie de polémicas y discusiones en la sociedad colombiana. Sus defensores aseguraban que al contar los años más violentos en Medellín, se rescataba la memoria histórica de las víctimas. Pero para los críticos se trataba de una mera exaltación y publicidad de asesinos y criminales, que sólo servía para debilitar más la imagen de la ciudad y del país.

Una deuda pendiente

A unos y a otros, Carlos Moreno, el director de la serie, les salió al paso para reafirmar que el revisionismo histórico y el periodismo tienen una deuda no resuelta con la sociedad colombiana y quizás este tipo de producciones la haya empezado a saldar.

-El narcotráfico en Colombia ha sido una revolución social, ha generado un cambio muy profundo y fue la lamentable manera en que las clases populares tuvieron acceso al poder y a la riqueza. Falso poder. En todas las familias y el vecindario tenemos un testimonio sobre esto, una anécdota, o una tragedia. Ese tipo de texturas pasan a veces por debajo de la información periodística o la historia que se cuenta y las narcoseries dan cuenta de esa cotidianeidad. Allí radica la conexión entre la serie y los espectadores.

Moreno enfatiza también en qué difiere esta serie sobre otras que abordan el personaje de Pablo Escobar, como «Narcos» o «El Chapo».

-Los autores, Juana Uribe y Camilo Cano, fueron los primeros en lanzarse a contar esta historia. Después vino la epidemia de ¨Escobares¨. Dar el primer golpe en la mesa dio una ventaja histórica. Tuve la experiencia de participar en El Chapo y me ofrecieron también dirigir algún capítulo de Narcos, pero no quise; las de mayor presupuesto eran más industriales, con un esquema de producción más riguroso y obediente como estructura de guión. Esta, en cambio, pudo ser más autónoma, se permitió un juego. La diferencia esencial entre El patrón… y las otras proviene de la intimidad del relato, gracias al personaje de Escobar que construyó Andrés Parra de manera singular, respecto a otros capos de otras series.

Casi la totalidad de lo que ocurría con el personaje de Escobar fue creado por Andrés. La serie le debe mucho a la generosidad de los actores, que desobedecían por momentos, y en el buen sentido, el libreto. Tuvieron carta abierta a sus propuestas, a la reinterpretación, y esto le confirió un tono muy particular a los personajes. En los pequeños detalles residió la cercanía con el mundo popular. Por ejemplo, Escobar y su primo comían con cuchara y eso fue propuesta de los actores, lo que dota al universo de gran aproximación a lo popular. Esto no estaba previsto en los guiones.

Lo dijo Vargas Llosa…

“Lo que produce escalofríos viendo esta serie es la impresión que deja en el espectador de que, si el poder y la fortuna de que disponía no lo hubieran empujado en los años finales de su vida a excesos patológicos y a malquistarse con sus propios socios, a los que extorsionaba y mandaba asesinar, y se hubiera resignado a un papel menos histriónico y exhibicionista, Pablo Escobar podría haber llegado a ser, hoy, presidente de Colombia, o, acaso, el dueño en la sombra de ese país. Lo perdió la soberbia, el creerse todopoderoso, el generar tantos enemigos en su propio entorno y producir tanto miedo y terror con los asesinatos colectivos de los coches bomba que hacía explotar en las ciudades a las horas punta para que el Estado se sometiera a sus consignas, que sus propios compinches se apandillaran contra él y fueran un factor principalísimo en su decadencia y final”.

Fragmento de la columna del escritor y Premio Nobel peruano, publicada el 24 de agosto de 2013 en el diario madrileño El País, con motivo del final en España de la serie Pablo Escobar: el patrón del mal.

Las seis narcoseries más exitosas

Narcoseries y narconovelas parecen contar con mejor salud que nunca. Pese a las críticas, su producción se ha mantenido indetenible, estimulada por sucesos internacionales del género que le han servido de guía, entre los cuales especialistas de la industria seleccionaron  los que a su juicio son los seis de mayor éxito de todos los tiempos, mencionados, de acuerdo a la intensidad de su impacto, en el siguiente orden:

  • «Escobar, El patrón del mal». Es la narcoserie por excelencia. La vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el narcoterrorista más peligroso que ha tenido Colombia, no tardó en convertirse en una de las más aclamadas. Se estrenó en 2012 y cuenta con 113 episodios divididos en dos temporadas. Producida por Caracol Televisión.
  • «Narcos». Como la biografía de Pablo Escobar es tan rica por explotar (televisivamente hablando), Netflix apostó también por recrear los pasajes más resonantes de la vida del capo colombiano. Con solo dos temporadas, de 10 episodios cada una, es una de las series más vistas en esta plataforma de streaming. La historia es contada por el agente del FBI que ayuda a los policías de Colombia a atrapar al narcoterrorista.
  • «La viuda negra». Cuenta la historia de Griselda Blanco, una de las cabecillas del Cartel de Medellín, la organización criminal fundada por Escobar. Su apodo se debe a que se le atribuyó el asesinato de todos sus esposos. Esta coproducción de Caracol Televisión y Televisa tiene 78 episodios divididos en dos temporadas.
  • «La reina del sur». Nació del libro del mismo título, original del escritor español Arturo Pérez-Reverte. Narra la historia de Teresa Mendoza, una narcotraficante mexicana que comercializaba droga hacia el sur de España. Si bien es cierto que no perteneció a ningún cartel, la exportación de hachís (un derivado de la marihuana) la convirtió en una de las mujeres más influyentes en el ámbito de la droga. Una producción de Telemundo.
  • «El Señor de los Cielos». Producción de Telemundo Global Studios yArgos Comunicaciones. Creado y escrito por el venezolano Luis Zelkowicz, este drama criminal narra las aventuras y delitos del narcotraficante mexicano Amado Carrillo, cuyo nombre se cambió por Aurelio Casillas en esta narcoserie, que ya va por su séptima temporada. Por su reparto han pasado, como estrellas invitadas, María Conchita Alonso, Coraima Torres y Marisela Berti, entre otras luminarias de nuestro país.
  • «Las muñecas de la mafia». Sobre cinco mujeres que terminan involucrándose con los narcotraficantes más poderosos de Colombia. Basada en Las fantásticas, novela del periodista neogranadino Juan Camilo Ferrand. Una producción de Netfix.
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