¡No laves el pollo!
Las costumbres en materia de inocuidad en la cocina doméstica son "selectivas" y digo esto pues nos cuesta aceptar que el pollo es más peligroso si lo lavas aunque nos atrevamos a ingerir carne de res cruda o poco cocida. En ambas situaciones (aunque no nos guste saberlo) ponemos en riesgo nuestra salud y la de nuestra familia