¿Y si al venezolano simplemente no le gusta el fútbol nacional?
Desde hace tiempo los gerentes de los equipos profesionales buscan el Santo Grial: conformar una franquicia competitiva, atractiva para los fanáticos. Sin embargo, reducir las perdidas se ha convertido en un dolor de cabeza, aún con la clasificación a torneos internacionales. Aumentar las audiencias es una quimera.