Oficios de ayer IV: el último sombrerero de Caracas (Video)
En la mañana del martes 24 de abril, la alcaldesa del municipio Libertador, Erika Farías ordenó la expropiación de varios negocios que se encontraban dentro del casco histórico de Caracas.
En la mañana del martes 24 de abril, la alcaldesa del municipio Libertador, Erika Farías ordenó la expropiación de varios negocios que se encontraban dentro del casco histórico de Caracas.
Una decisión de la Alcaldía de Caracas en 2018 deja en el olvido uno de los oficios de Caracas que se preservaban como fósiles en la memoria. La sombrerería Tudela, diagonal a la casa natal de Bolívar, donde presidentes como Betancourt, Caldera y Campins compraban ejemplares, ahora es obligada a bajar su santamaría
El mercado merideño se pone las pilas en lo que a repostería respecta y entre la amplia oferta, aparece en el escenario Vainilla Repostería
Ucevista que se precie tiene en la chicha del rectorado uno de esos sabores que son memoria imborrable, vinculada además a un espacio y unos años entrañables
Un cocinero falconiano ha traído al mercado sabatino de Los Palos Grandes, en Caracas, una oferta ancestral que tiene miles de seguidores. Sabor del viejo y, por supuesto, bueno
A partir de los 14 años, Iván García, conocido por muchos como "Linguini" (por su parecido con el protagonista de Ratatouille), inició sus estudios de gastronomía para luego llegar a la capital y seguir preparándose hasta ser lo que es hoy día
Una labor que a muchos les encoge el corazón. Este hombre de manos lisas y temple sanador es el hacedor del más bello oficio: teje pelucas con pelo no sintético para mujeres con cáncer
Ochoa, que a duras penas machuca el mandarín, apostó por China y la hizo su casa. Desde entonces se ha encumbrado como uno de los arquitectos occidentales más reputados del país. El comunismo de Mao es hoy una entelequia. Por doquier se ve el desarrollo y la prosperidad. Prueba de ello son las edificaciones del complejo habitacional de la Gran Muralla, del que fue parte del proyecto
Si algo comparten los trabajadores venezolanos es la habilidad de conseguir dinero extra para vivir.
El señor Ernst Weitz salió de Polonia, justo antes de la invasión nazi. Vino a estas tierras a endulzarnos la vida. Con apenas 19 años se convirtió en aprendiz de confitero industrial en Viena —donde aprendió algunos de los secretos de lo que sería su oficio y pasión de vida.
Quienes ostentan sus diamantes desconocen que fueron acariciados tiempo antes, incluso con mucha más pasión, por esos artistas que forjan joyas. Hoy en día pareciera que el oficio se marchita, no por falta de joyeros sino por la escasez de materiales y de clientes elegantes que se atreven a desfilar caros fulgores
Con esa sapiencia muda de místicos y anacoretas este relojero, bien armado de pinzas y paciencia, sabe del trajinar de las máquinas que cuentan o marcan las horas. Su trabajo está en ganarle segundos, minutos al paso indefectible de la vida. Su visa al cielo