Al menos dos vehículos de carga -que presuntamente transportaban alimentos y fueron saqueados- intentaban ingresar a Venezuela desde el Departamento de La Guajira, en el vecino país, burlando los llamados de alarma y cuarentena social decretados por los gobiernos de ambas naciones
Colombia, uno de los grandes exportadores mundiales de banano -o cambur, como se le llama en Venezuela- identificó el posible brote de un hongo letal para ese cultivo, en una finca próxima a la frontera con Venezuela que ya fue declarada en cuarentena, según autoridades.
El cambio climático tiene consecuencias dramáticas para el pueblo de los Wayuu en Colombia. La falta de agua es una de las principales razones detrás de las 45 muertes de niños wayuu en 2017, y 16 muertes más en 2018, reseña DW.
A las puertas de la casa de la alcaldesa del municipio Guajira del estado Zulia, Indira Fernández se suscitó un incidente violento producto de una protesta en la que terminaron detenidas ex colaboradores políticos de la mujer y su hija, debido a que presuntamente violaron la Ley contra el Odio.
El gobierno colombiano confirmó este martes la expulsión de dos oficiales de la policía política Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de Venezuela, que ingresaron irregularmente al país, informaron fuentes oficiales.
La Fiscalía colombiana entregó hoy a sus familiares los cuerpos de cinco niños de la etnia Wayúu, que habita en el norte del país, y que al parecer murieron por desnutrición.
El diario La Verdad denuncia que el Hospital Chiquinquirá de Maracaibo es el epicentro de la desnutrición infantil en el estado Zulia. En la emergencia del centro médico, asegura el rotativo, hay 25 casos de niños en estado “crítico” de desnutrición.
La matanza de equinos en la Guajira venezolana despierta la preocupación de los habitantes de la zona, así como de activistas de protección animal y ambiental. Se presume que las pieles obtenidas por los burros son utilizadas para el tráfico de cocaína hasta Colombia.
El Ministerio Público (MP) realizó la exhumación de cinco miembros de las etnias wayúu y añú, quienes habrían sido víctimas de violaciones de derechos humanos durante el distrito militar impuesto en la Guajira venezolana entre 2010 y 2016.
En la tierra de los wayúu los militares llamados a crear una “frontera de paz” figuran en las denuncias de asesinatos, torturas, detenciones irregulares y desapariciones forzosas de hombres y mujeres. El testimonio de una de esas víctimas asegura que en un puesto del Ejército se cometen violaciones a los derechos humanos. Una ONG denunció los casos ante la Fiscalía, que se mantiene investigando. Richard Amaya tuvo una semana escuchando gritos mientras dormía. No fueron causados por los fuertes dolores que aún siente en sus costillas o por las heridas de esquirlas de bala que tiene en la pierna derecha. La culpa tampoco la tuvieron los músculos que se retuercen en uno de sus antebrazos cada vez que aprieta el calor en la Guajira.
La primera impresión es que no pueden serlo, pero los corrales, levantados con trozos de bambúes podridos y pegados con alambres, son salones de clases. Entre zancudos y moscas, niños de la Unidad Educativa Bolivariana "El Arroyo" estudian en la intemperie, entre la humedad de uno de los bordes de la ciénaga del Gran Eneal, en plena Guajira venezolana.
El gobierno los niega y, cuando los reconoce, afirma que son casos puntuales. Pero el hambre entre niños, adultos y ancianos wayúu está pegando con la misma rapidez que corren los vientos de la Guajira. Dos reporteros de El Estímulo constataron cómo la falta de alimentos está minando a la olvidada franja del extremo norte de Venezuela.
Habitantes y activistas de derechos humanos en la Guajira venezolana están a la expectativa de la reapertura peatonal de la frontera por Paraguachón, como primer paso para liberar totalmente el tránsito a Colombia. Afirman que las horas se cuentan en medio de centenares de autos que transitan a diario por una maraña de trochas donde se mueve un negocio tan lucrativo como el de la coca: el contrabando.
Al Hospital Binacional de Paraguaipoa parece que le cayó la “pava ciriaca”, esa que en el Zulia se ubica en lo máximo de la mala suerte, más fuerte que la “pava macha”, que solo se cura con “cariaquito morao” o con la ayuda de un poder superior.
Doce torres llamadas a solucionar la crisis eléctrica en el extremo norte del país no funcionan, a pesar que el gobierno inyectó millones de dólares para la creación de uno de los mayores parques eólicos de Suramérica. La empresa argentina encargada del proyecto quebró y se fue de Venezuela, mientras los indígenas sufren las consecuencias de los apagones que pueden durar días en la zona.
La falta de luz es una constante en la zona, según explican sus habitantes, por la colocación de transformadores eléctricos en malas condiciones, lo que hace que tengan que reponerse con mayor frecuencia.
La Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó al presidente Juan Manuel Santos poner en práctica un plan para solucionar los problemas de desnutrición y sanidad de los niños de la etnia wayúu que habitan en el departamento norteño de La Guajira.
En el Cabo de la Vela, un remoto destino turístico en el extremo norte de Colombia, los indígenas wayúu buscan domar el arte del kitesurf, un deporte que además de desafío de competición ha devenido en fuente de ingresos en esa empobrecida región del Caribe.
La lealtad de la Guajira zuliana hacia el proyecto oficialista desafía los fundamentos de la lógica. Su crisis es paupérrima y vive en estado de excepción desde septiembre, pero igual el Psuv resistió los embates del voto castigo el 6 de diciembre. Analistas remarcan que aumentan las probabilidades de una derrota de la “revolución” en la zona
Caminos o trochas que comunican informalmente Colombia y Venezuela se han convertido en rutas frecuentes para viajeros y residentes de La Guajira, región que comparten los dos países, desde el cierre de la frontera hace ya cuatro meses por decisión del Gobierno de Nicolás Maduro.