Crónica de un final del Clausura trepidante
Viví con tanta adrenalina este domingo 23 de octubre que no me voy a permitir desilusionarme con todo lo malo que rodea nuestro fútbol. Sentí las mismas emociones que a principio de los años noventas, cuando un radiecito me acompañaba de chamo a la última jornada en el estadio. Volví a aquel domingo de 1992 cuando Caracas le ganaba a Martímo con un ambientazo en el Brígido Iriarte para titularse en la última jornada del campeonato. Sí, con radio, sin TV, en pleno año de derechos de transmisión internacional y demás.