Cultura

Frankenstein llegó al cine hace 90 años

La criatura creada por la escritora británica Mary Shelley en su novela gótica de 1818, aparece en innumerables adaptaciones al celuloide, desde que en 1931 lo interpretó Boris Karloff en una producción de los estudios Universal

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Frankenstein
Cortesía

La escritora británica Mary Shelley nunca podría haberse imaginado que Frankenstein, la novela gótica que publicó hace 205 años, se volvería una de las creaciones literarias más versionadas por el cine, con el monstruo al cual alude el título interpretado por una enorme variedad de actores, con estilos diferentes y hasta contrapuestos.

La primera adaptación data de 1931, realizada por el director inglés James Whale para los estudios Universal, con el icónico Boris Karloff mimetizado en la figura imponente e indetenible que terminaría por ser la imagen perenne del personaje, que dejó una frase para la posteridad: «It’s Alive!».

Whale se inspiró para su estética en El gabinete del Dr. Caligari, obra emblemática del expresionismo alemán, rodada en 1919 por Robert Wiene. Dr. Frankenstein, que así se llamó la cinta inicial, y Drácula, filmada también en 1931 por Tod Browning, constituyen la base del cine de terror norteamericano.

Pocas veces una secuela está a la altura de su antecesora, pero La novia de Frankenstein, filmada por el mismo Whale en 1935, con Karloff estelarizando nuevamente, es una de las muy contadas excepciones.

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Boris Karloff y Elsa Lanchester

La historia retoma justo el punto donde había quedado la anterior y entre las novedades destacables figura la actriz Elsa Lanchester, soberbia en su rol de la enamorada del monstruo, cuyo tormento interno se acrecienta, esta vez buscando aceptación.

Poderoso imán taquillero

A partir de allí surge el gancho taquillero de Frankenstein en la gran pantalla. Las adaptaciones, como dijimos, han sido muchas y muy variadas. Someramente vamos a referirnos a las que, desde nuestro punto de vista, merecen ser mencionadas.

Una de ellas es La maldición de Frankenstein (1957), pues ninguna lista de horror está completa sin una mención a los legendarios proyectos de la Hammer Productions, la legendaria compañía cinematográfica inglesa fundada en 1934, célebre por la realización de una serie de filmes de terror gótico producidos entre 1955 y 1979.

Esta fue la primera película en color del estudio, y la primera de las siete que hizo sobre Frankenstein. La protagonizaron dos grandes exponentes del género, Peter Cushing y Christopher Lee, este último en el rol de la memorable criatura. Es una producción bastante entretenida, además de presentar otras aristas en torno al tema y el personaje.

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“La maldición de Frankenstein”, puro terror gótico

Cuando Universal ya había hecho películas de todos los monstruos habidos y por haber, con sus correspondientes secuelas, decidió juntarlos en una sola cinta. De esta manera nace en 1944 House of Frankenstein, una historia bastante floja, en la que vuelve a repetir Boris Karloff, bajo la dirección de Erle C. Kenton, pero centrada más en el personaje de Drácula que en el Frankenstein del título original.

En la producción japonesa Frankenstein conquista el mundo (1965) la cosa es mucho más rocambolesca y hasta hilarante, pues mostró el enfrentamiento de Godzilla con un Frankenstein gigante, producto de los efectos de la bomba atómica. Cuando se hable de locuras fílmicas rebuscadas y absurdas, esta tiene que aparecer en un sitial absolutamente preponderante, a no dudarlo.

Desternillante parodia

Otra cosa es Frankenstein Jr. (1974), una de las muchas obras maestras de Mel Brooks y una de las comedias más delirantes de la historia del séptimo arte.

Es una parodia del cine de terror, en particular de las adaptaciones de la novela de Mary Shelley producidas por los estudios Universal, de las cuales hace un cariñoso homenaje. Esto se refleja en el hecho de que la mayoría de las piezas del laboratorio son las mismas que las usadas en la película Frankenstein de 1931.

Para reflejar más eficazmente la atmósfera de aquellas viejas cintas, Brooks rodó la suya en blanco y negro, una elección atípica en aquella época. Gene Wilder, Teri Garr, Cloris Leachman, Marty Feldman, Peter Boyle, Madeline Kahn, Kenneth Mars y Gene Hackman integran el elenco del filme. Inolvidable la frase reiterativa de Gene Wilder: “Se pronuncia Fronkonstín”.

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Frankenstein Jr., una hilarante versión con Marty Feldman

Hay que decir que Frankenstein Jr. aparece en el puesto 28 de la lista de las “50 películas de todos los tiempos” de la revista Total Magazine y en el número 13 de las “100 películas estadounidenses más divertidas” del influyente American Film Institute.

¿Y cómo olvidar Abbott y Costello contra los monstruos (1948)? La pareja cómica por excelencia, que brilló entre las décadas de los 40 y 50, se unió a las criaturas clásicas de la Universal, interpretadas por los míticos Bela Lugosi, Glenn Strange y Lon Chaney Jr., para construir una comedia de situaciones sencilla y entrañable. Aquí dan vida a Chick y Wilbur, dos mensajeros víctimas de un inesperado y peligroso envío: los cuerpos de Drácula y Frankenstein, que van a decorar el museo de los horrores de un prepotente empresario local.

Monstruo canino al estilo Tim Burton

En Frankenweenie (2012), de Tim Burton, producida por Disney Pictures, la criatura no es semihumana, sino un simpático perro llamado Sparky.

Es una película animada, remake del cortometraje del mismo nombre que el realizador hizo en 1984. En la trama, un chico llamado Víctor está muy unido a su perro Sparky. Cuando éste muere de forma inesperada, el muchacho se siente muy triste y decide, apelando a sus conocimientos sobre ciencia, traerlo de vuelta a la vida. Cuando lo consigue, al igual que en Frankenstein, comienzan los problemas. A diferencia del documental original, que era un proyecto en imagen real, Frankenweenie usa animación en stop-motion.

Aunque no fueron producciones muy afortunadas, hay que dejar constancia en este resumen de títulos como Frankenstein de Mary Shelley, que dirigió y protagonizó Kenneth Branagh en 1994, con Robert De Niro en el papel de la criatura, así como dos de las más recientes: Yo, Frankenstein (2014), con Aaron Eckhart, adaptación del cómic de Dark Storm, ambientado en un futuro ficticio e indeseable, donde el monstruo deberá convertirse en el héroe que acabará con la guerra entre ángeles y demonios; y Victor Frankenstein (2015), con la actuación de Daniel Radcliffe, el otrora Harry Potter. Aquí la historia es contada a través del punto de vista del ayudante del científico, Igor (un personaje que, paradójicamente, no aparece en la novela y es una invención puramente cinematográfica.

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Robert De Niro en “Mary’s Shelley Frankenstein”

Así empezó todo…

Todo comenzó en Suiza durante una noche de tormenta del verano de 1816. Un grupo de amigos literatos se había reunido para leer cuentos de fantasmas en casa de Lord Byron. “Cada uno de nosotros escribirá una historia de terror”, propuso el poeta inglés. Una de las invitadas, Mary Shelley, tuvo esa noche un extraño sueño: un horrible ser que daba señales de vida y se agitaba con movimientos torpes, casi vitales.

Finalmente, casi dos años después de aquella pesadilla veraniega, el 11 de marzo de 1818, la escritora publicaba Frankenstein o el moderno Prometeo, considerada la primera novela de ciencia ficción de la historia. En ella, Víctor Frankenstein, un estudiante de medicina, conseguía dar vida a un cuerpo formado por fragmentos de diferentes cadáveres.

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Portada de la primera edición de la novela

Muy pronto el monstruo de Frankenstein saltó de las páginas de la novela de Mary Shelley a los escenarios teatrales y, más tarde, a un nuevo invento llamado cinematógrafo. Se rodaron algunas versiones mudas, pero fue en la década de los años 30 cuando la Universal produjo los dos filmes dirigidos por James Whale, El doctor Frankenstein y La novia de Frankenstein, que acabaron convirtiendo a esa siniestra criatura en un verdadero mito del séptimo arte.

Esta criatura, a la vez entrañable y terrorífica, sigue viva a pesar de haber cumplido más de dos siglos. Y a 90 años de su llegada al cine, parece que todavía hay bastante que exprimirle en la gran pantalla.

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