Carlos se muestra como un joven extremadamente dependiente de Camila Parker, inseguro, necesitado de elogios, derrochador y que no percibe las necesidades de Diana, a quien deja sola la mayor parte del tiempo
Los monárquicos ingleses están molestos con la nueva temporada de The Crown. Y la razón principal es que «trata muy mal al príncipe Carlos». Tienen razón en que Carlos, primer heredero al trono, queda mal. Pero no se sabe cuánto de lo que se muestra es cierto.
En esta temporada, Carlos se muestra como un joven extremadamente dependiente de Camila Parker, inseguro, necesitado de elogios, derrochador y que no percibe las necesidades de Diana, a quien deja sola la mayor parte del tiempo por preferir a Camila.
«Totalmente parcial», «calumnia», «ataque» contra el príncipe Carlos, son algunas de las acusaciones en contra de la última temporada de la serie The Crown, que aborda un recuerdo aún sensible para los monárquicos británicos tomándose libertades con la realidad.
En primera línea figura el tratamiento que la exitosa serie de Netflix, que retorna al reino de Isabel II, hace de la relación entre el príncipe Carlos, y su esposa, la fallecida princesa Diana.
La temporada 4 está consagrada a la entrada de «Lady Di» a la familia real. Emma Corrin la caracteriza como novia solitaria y luego joven casada llena de angustia ante un esposo frío e infiel, siempre apegado a Camila, su amor de juventud.
El creador de The Crown, Peter Morgan, asume una parte de ficción, especialmente en las escenas más íntimas. Pero para muchos cronistas de la realeza y allegados a la familia real, esta vez fue demasiado lejos.
Según los monárquicos ingleses, la serie «hace de Diana la víctima y de Carlos el malvado, cuando ambos eran víctimas». Esto también lo afirma la especialista de la realeza Penny Junor, interrogada por AFP.
Junor le reprocha a la serie culpar a la relación con Carlos de la bulimia de Diana. O afirmar que él seguía sosteniendo una relación con Camila justo después de la boda.
«La manera como Carlos es representado es una calumnia», denunciaron, según Times, algunos amigos del príncipe.
Toda la serie es «un ataque» parcial contra él, agregó Dickie Arbiter, exagregado de prensa del Palacio de Buckingham.
En The Guardian, el biógrafo de la realeza Hugo Vickers denunció, por su parte, una temporada «totalmente parcial».
Pero hay un sector de la población que opina distinto a los monárquicos ingleses.
Para Ioanis Deroide, historiador y autor de Inglaterra en series, la relación entre el príncipe Carlos y Diana es «verosímil». Según él, más allá de «la verdad» de cada persona, es «el papel que se desempeña en la dinámica general de la familia real». En eso The Crown hace un buen trabajo.
Deroide explica la reacción epidérmica de una parte del público por la «carga afectiva».
«Para las temporadas anteriores se hablaba de acontecimientos antiguos y personajes a veces olvidados», dice. Ahí los debates sobre la verosimilitud se convertía en «querellas de biógrafos».
«Ahora se abordan asuntos recientes que marcaron la conciencia colectiva», subrayó.
El matrimonio fracasado de Diana y Carlos sigue siendo un asunto muy sensible desde la muerte trágica de la princesa de Galles en París en 1997. Y luego, el heredero del trono, que se casó con Camila, ha logrado rehabilitar su imagen.
Penny Junor lamenta una obra «muy perjudicial» para la pareja real de Carlos y Camila, un día llamada a reinar.
«Mucha gente considera a The Crown como un testimonio fiel, cuando no se trata de la historia, sino de una ficción», añadió.
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