La mano dura de Merkel sigue sobre Europa

La canciller alemana, Angela Merkel, esgrimió los primeros presupuestos nacionales con déficit cero y los éxitos logrados en países como España como argumento para instar a los socios europeos a no desviarse del camino emprendido de reformas y «estricta disciplina de gasto».

En el debate general celebrado en el Bundestag (Cámara Baja) con motivo de la presentación del proyecto de presupuestos para 2015, Merkel evitó hacer referencias a las voces que reclaman flexibilidad y mayores inversiones en la Unión Europea (UE) y se centró en los logros conseguidos y en los riesgos que todavía persisten.

La canciller se mostró «orgullosa» de las saneadas cuentas del país para el año que viene, sin nuevo endeudamiento, y aseguró que la receta que sirve para Alemania sirve «sin cambios» para los socios europeos.

Pidió a los países de la UE tomarse en serio las advertencias de la Comisión Europea y asumir que «el principal riesgo para la recuperación es el abandono de las reformas».

«Hemos conseguido éxitos importantes con la política de reformas en Europa; vemos a una serie de países, como por ejemplo España, que demuestran que las reformas surten efecto y que cobran dinamismo»
No olvidó, sin embargo, la principal mancha en esa recuperación, las elevadas tasas de desempleo, y volvió a situar la lucha contra el paro juvenil como «objetivo central» de la UE.

En este contexto, destacó la importancia de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en octubre en Italia, centrada en ese problema.

Ucrania abrió el capítulo de la política exterior y la canciller volvió a mostrarse abierta a una suspensión de las sanciones impuestas a Rusia siempre que se cumpla «al completo» el plan de paz acordado entre Kiev y los separatistas prorrusos.

Merkel insistió en que la puerta al diálogo con Moscú sigue abierta, pero recordó también la determinación compartida por la UE y Estados Unidos de mostrar cohesión y fortaleza frente a Rusia.

La canciller defendió también la posición de su Gobierno en la lucha contra los terroristas del Estado Islámico (EI) y ratificó su apoyo a una alianza internacional que combata la «barbarie» de aquellos que quieren aniquilar a quienes piensan diferente.

«Todos nosotros, personas de todas las religiones, haremos frente a los extremistas e islamistas»