Internacionales

Elecciones brasileñas no dejaron de sorprender

Después de un año de enormes protestas contra el gobierno en todo Brasil, la presidenta, Dilma Rousseff, consiguió más votos que ningún otro candidato en los comicios del domingo, aunque no los suficientes como para evitar una segunda vuelta en tres semanas

Publicidad
FOTO EFE

La carrera por la presidencia subrayó su naturaleza impredecible cuando Aecio Neces, un ex gobernador y senador de centro derecha con un largo linaje político, quedó segundo. Rezagado en las encuestas durante la campaña, la semana pasada dio un salto de popularidad y superó a la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, que llegó a ser la favorita en los sondeos.

A finales de agosto, Silva tenía una ventaja de dos dígitos sobre sus competidores, recién llegada a la campaña tras la muerte en un accidente de avión del candidato inicial del Partido Socialista. Pero entonces, una agresiva campaña del Partido de los Trabajadores de Rousseff, que lleva una larga temporada en el gobierno, destrozó su reputación y sus credenciales.

Con casi todos los votos contados, la presidenta tenía el 41,5% de los votos, frente al 33,5% de Neves. Silva obtuvo el 21%.

La segunda vuelta enfrentará el 26 de octubre a los candidatos de los dos partidos más poderosos de Brasil, de los que proceden todos los presidentes del país de los últimos 20 años y que son bien conocidos por los brasileños.

Neves tiene el respaldo del bien organizado Partido Social Demócrata, que ocupó la presidencia entre 1994 y 2002, un periodo en el que Brasil controló la hiperinflación y dio la vuelta a la economía.

«La labor de Aecio ha sido extraordinaria, y uno de los motivos para eso es la muy sólida estructura de partido que tiene detrás, un partido con una fuerte presencia en todo el país y que ha estado en la presidencia», señaló Carlos Pereira, analista político de la Fundación Gertulio Vargas, el principal grupo de estudios brasileño. «Ahora son unas elecciones nuevas donde todo está abierto. Aecio, que hasta hace poco nadie pensaba que tuviera una oportunidad, ha surgido como un candidato muy fuerte».

Neves es economista y ha sido gobernador en dos ocasiones de Minas Gerais, el segundo estado más poblado del país, y donde dejó el cargo en 2010 con un índice de aprobación del 90%.

Es muy conocido en Brasil por ser el nieto de Tancredo Neves, una figura querida que fue elegido como primer presidente brasileño después de la dictadura, pero que cayó enfermo y falleció antes de asumir el cargo.

La agresiva campaña de Roussef demostró ser la caída de Silva, a la que se había visto como catalizador de la extendida suspicacia de los brasileños hacia la clase política, un descontento que estalló el año pasado en protestas masivas. Pero Silva no pudo aguantar la batería de ataques de la presidenta, que la mostró como indecisa y sin la entereza necesaria para liderar el quinto país más grande del mundo.

Publicidad
Publicidad