En el marco de la convención de la Unión Cristianodemócrata (CDU), y ante los delegados reunidos en Colonia que deben votar su reelección como presidenta del partido, la canciller alemana Angela Merkel garantizó su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y a su derecho a decidir su futuro de forma libre y autónoma.
Merkel repasó el año 2014, «de guerras, crisis y terribles enfermedades», y recordó que Europa ha visto cómo se ponía en cuestión el orden establecido tras la II Guerra Mundial, con movimientos de fronteras y la anexión de Crimea por parte de Rusia.
La crisis que se vive en el este de Ucrania pone en riesgo la estabilidad y la paz en Europa, recalcó la canciller, quien acusó a Rusia de infringir el derecho internacional y lamentó que Moscú ya no vea a sus países colindantes como vecinos, sino como posibles esferas de influencia.
Sin embargo, Merkel reivindicó la apuesta por el diálogo liderada por Berlín desde el inicio de la crisis y garantizó que ella y su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, realizarán «todos los esfuerzos diplomáticos posibles» para que se respeten el acuerdo de Minsk.
Merkel reconoció ante los delegados que las sanciones a Moscú son duras, también para la economía alemana, y recordó que «no son un fin en sí mismas», aunque garantizó que se adoptarán si son necesarias.