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Millones de peregrinos viajan a Senegal pese al ébola

La celebración sucede en Touba, Senegal. La peregrinación conmemora el exilio forzoso en Gabón de Cheik Ahmadou Bamba, fundador del muridismo, una orden islámica sufí de gran tradición en Senegal y Gambia.

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Fotografía de AP

Más de dos millones de personas se unen hoy al «Gran Magal», la gran peregrinación africana en la ciudad senegalesa de Touba, que este año está marcada por las numerosas medidas de prevención que las autoridades han tomado para evitar cualquier posible contagio por ébola.

Esta celebración anual en Touba, ciudad situada a unos 200 kilómetros de la capital senegalesa, conmemora el exilio forzoso en Gabón de Cheik Ahmadou Bamba, fundador del muridismo, una orden islámica sufí de gran tradición en Senegal y Gambia.

Touba, Sengal mapa

Procedentes de todas las regiones de Senegal, África y del resto del mundo, los peregrinos abandonan su rutina para participar en lo que se ha convertido en una cita anual ineludible para los seguidores del legado de Bamba.

El peregrino Badou Sall

Es el caso de Badou Sall, un senegalés que vive en la localidad española de Tudela, en la provincia de Navarra, que se ha embarcado en esta peregrinación acompañado de su esposa y sus dos hijos.

«Para mí no es concebible, mientras me resulte posible, no acudir al Gran Magal», asegura a Efe Sall, quien confiesa que la peregrinación le permite volver a sus raíces y ver a su familia.

El peligro del ébola

Ante el gran número de desplazamientos que se realizan en Senegal debido a esta cita religiosa, las autoridades sanitarias del país y las religiosas de Touba han reforzado las medidas de prevención para evitar cualquier contagio de ébola.

Pese a que Senegal fue declarado libre de ébola en octubre, los más de 6.300 muertos que la epidemia ha causado hasta el momento en África Occidental marcan esta importante cita para los africanos. El responsable de la organización del Magal, Abdoul Ahad Mbacké expresó su preocupación:

«Llegan millones de personas, y algunas de ellas procedentes de países azotados por la epidemia del virus del Ébola. Por este motivo, las medidas de prevención son muy importantes».

Así, explicó, se ha creado un centro de acogida para posibles casos de ébola y la comisión de sanidad e higiene del Magal trabaja en estrecha colaboración con las autoridades administrativas y sanitarias de la región.

Por el momento, ya se han distribuido importantes cantidades de jabón por todos los barrios de Touba para que la gente mantenga las manos limpias y se evite así la propagación del virus.

Pero los que viajan a Touba no temen al ébola sino a los accidentes de tráfico que cada año dejan numerosos muertos. De hecho, entre el lunes 8 y el martes 9 de diciembre, ocho personas murieron y otras 46 resultaron heridas en accidentes, según fuentes hospitalarias.

Para conmemorar la figura de Bamba, los peregrinos traen dinero y alimentos como contribución a la organización del evento, por lo que durante estos días se mata a miles de toros, corderos, camellos y pollos para dar de comer gratuitamente a los peregrinos.

El líder pacífico Bamba

Durante la celebración, los peregrinos leen el libro santo y los «khassaides» (poemas) escritos por su líder, deportado a Gabón entre 1895 y 1902 por la administración colonial francesa ante el temor a su creciente popularidad e influencia en el seno de la comunidad musulmana.

La deportación era en aquel entonces la sanción aplicada por Francia a todos los líderes africanos que oponían resistencia a su dominación, aunque optaran por una resistencia pacífica, como lo hizo Bamba.

Cuando regresó a Senegal en 1902, Bamba prosiguió su misión de islamización y cuando murió, en 1927, sus hijos y nietos perpetuaron su obra, haciendo de la cofradía una de las más potentes de África Occidental.

En la actualidad, su mezquita, la mayor de toda África subsahariana, atrae diariamente a cientos de fieles.

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