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Las desafortunadas coincidencias de la caricatura de Charb y el libro de Houellebecq

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Foto: AP

La controvertida novela «Sumisión» de Michel Houellebecq, que imagina a una Francia sumergida por el Islam en 2022, salió a la venta este miércoles en un país conmocionado por el sangriento atentado perpetrado el mismo día contra el semanario satírico Charlie Hebdo, además el último número del semanario, aparecido hoy dedicado al polémico escritor y  contiene en sus páginas una caricatura firmada por el director de la publicación, Charb, que parece premonitoria.

Charb, asesinado hoy junto a otras once personas -entre ellas tres de los principales dibujantes de la publicación- por presuntos terroristas, dibuja en sus páginas el personaje de un yihadista bajo el texto: «Francia sigue sin atentados».

La caricatura del supuesto yihadista, con el dedo índice alzado y la mirada perdida, replica a esa noticia y puntualiza: «Tenemos hasta el final de enero para presentar nuestros deseos…».

La animadversión de los islamistas radicales hacia la revista tiene antecedentes, desde que en 2006 publicó las primeras caricaturas del profeta Mahoma en solidaridad con el periódico danés «Jyllands-Posten».

El «Charlie Hebdo» dedica su número de esta semana a Houellebecq, protagonista de un encendido debate en Francia al haber imaginado en su nuevo libro un futuro en el que el jefe de un partido islamista moderado se convierte en presidente de la República con el apoyo de las formaciones tradicionales.

En sus viñetas, vuelve a mostrar el tono provocador y reivindicativo que lo caracteriza, dibujando al propio Houellebecq bajo un texto que reza: «¡Escándalo! ¡Alá ha creado a Houellebecq a su propia imagen!».

En otra viñeta, que también es la última imagen difundida a través de su cuenta de la red social Twitter, el jefe del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, «presenta» sus deseos para el nuevo año: «¡Y sobre todo, salud!».

En septiembre de 2012, el semanario fue duramente criticado por publicar unas caricaturas de Mahoma, poco después de haberse producido ataques a embajadas y consulados occidentales en países musulmanes por la difusión de un vídeo crítico con el islam.

El 2 de noviembre de 2011, la sede del semanario fue incendiado después de publicar un número sobre la victoria de los islamistas en Túnez

En los días previos a la mediatizada publicación de la sexta novela de Houellebecq, editorialistas, críticos literarios, escritores, sociólogos y universitarios debatieron acaloradamente acerca de su contenido en programas de televisión o columnas de la prensa.

De «irresponsable» o «islamófobo» a «sublime», los calificativos abarcaron todo el espectro a la hora de comentar el libro, mientras su autor omnipresente en la escena mediática multiplicaba entrevistas en prensa escrita, radio o televisión.

Era difícil establecer en lo inmediato un vínculo entre la novela de Houellebecq y el ataque con armas automáticas que el miércoles devastó la redacción del semanario Charlie Hebdo.

Según un testigo citado por la radio Europe 1, uno de los atacantes que abrieron fuego contra la redacción armados de fusiles de guerra Kalashnikov gritó «¡El profeta ha sido vengado!».

La primera plana del semanario que lleva una caricatura de Houellebecq por el dibujante Luz titula «Las predicciones del mago Houellebecq» y hace decir al escritor «¡En 2015 pierdo mis dientes y en 2022 hago el ramadán!» 

Aunque es habitual que cada publicación del autor de «Las partículas elementales» genere una polémica en Francia, la agitación mediática y en las redes sociales fue esta vez excepcional, hábilmente alimentada por Flammarion.

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