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La última duda del fiscal Alberto Nisman

Por Juan Carlos Figueroa.Desde Buenos Aires.- Un solo casquillo, una pistola calibre 22 y al fiscal Alberto Nisman con una bala en la sien. Lo encontraron esta madrugada en el baño de su casa. El arma le pertenecía, ninguna entrada fue forzada y al menos 10 funcionarios policiales se encargaban de su custodia. Es fácil, muy fácil pensar en el suicidio. Pero hoy, en Argentina, muchos son incrédulos o, al menos, prudentes. Por dos cosas: Nisman había denunciado a la presidenta de la República y justo hoy iba a presentar las pruebas.

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El fiscal había aparecido en las portadas de los diarios argentinos en los últimos cinco días, aunque tenía años figurando en los medios. Estuvo dirigiendo desde 2004 la investigación del peor atentado de la historia de Argentina: el ataque terrorista de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), en el que murieron al menos 85 personas de la comunidad judía.

Fue un hombre de primera fila de la primera parte del Kirchnerismo. El ex presidente Nestor Kirchner fue quien lo designó fiscal exclusivo de la causa Aima. Solo a eso se dedicaba Nisman. Nunca logró que se sentenciara a alguien por el atentado, pero su trabajo avanzó siempre tras la “pista iraní”: una hipótesis que responsabiliza a ex funcionarios de la embajada de Irán en Buenos Aires y altos responsables del gobierno de Teherán.

El apoyo de Néstor kirchner al fiscal fue total. El presidente llegó a denunciar al gobierno de Irán ante la Asamblea de las Naciones Unidas en 2007 porque Teherán no aceptaba colaborar con la investigación de Nisman. Era casi imposible imaginar que esta misma causa le serviría a Nisman para acusar años después a la esposa y sucesora de Néstor.

La actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, firmó en 2013 un “memorándum de acuerdo” con Irán, donde se fijaron condiciones para avanzar en la causa Amia. Todo, a espaldas de Nisman. Para el fiscal, según declaró varias veces a los medios, se trató de un “pacto” en el que se acordó “la impunidad” de Irán y así facilitar el intercambio comercial con Argentina. Este episodio lo divorció de manera definitiva del Kirchnerismo. Según el diario argentino Perfil, el comercio con la República Islámica se multiplicó por 20 durante la gestión de Cristina.

El miércoles de la semana pasada, Nisman, fiscal competente, denunció a la Presidenta de la República de liderar en secreto un “sofisticado plan delictivo” para encubrir a los sospechosos iraníes del atentado de 1994. También acusó al canciller argentino, Héctor Timerman, y a otros líderes del kirchnerismo. Adelantó que había personal de inteligencia involucrado. Nisman sabía que se jugaba toda la vida desde ese momento.

“Yo puedo salir muerto de esto… Desde hoy mi vida cambió”, declaró la semana pasada al diario Clarín.

Nisman se iba a presentar esta tarde ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de Argentina para ampliar la denuncia. Había pedido que la comparecencia fuera privada para poder declarar sobre material de inteligencia clasificado. Aseguraba tener grabaciones de llamadas telefónicas que reforzaban su denuncia. Un escándalo que llega meses antes de las elecciones presidenciales.

Un solo casquillo, una pistola calibre 22 y al fiscal con una bala en la sien. Lo encontraron su mamá y tres funcionarios, contaron los medios esta mañana. Todo sucedió antes de la cena de ayer.

“De acuerdo a la autopsia, Nisman se disparó. No hay margen de dudas», ratificó hace minutos la fiscal que averigua la muerte, Viviana Fein. Pero también explicó que averiguará si hubo “inducción al suicidio”.

Casi todos los noticiarios han reseñado que sobre el escritorio de su despacho en el departamento estaba parte del expediente y material que iba a presentar hoy ante el Congreso. Si se estaba preparando, ¿qué lo detuvo a último momento? Por eso hoy todo es duda en Argentina.

 @JuanCFigueroa

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