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Continúa la búsqueda de sobrevivientes tras avalancha en Colombia

Los lugareños todavía mantienen miedo ante el alud del lunes, lo que ha causado escenas de pánico, cuando se expandió el rumor de que había una nueva avalancha en ciernes.

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Los equipos de rescate continuaban trabajando contra reloj y en medio del caos para localizar a posibles sobrevivientes de la avalancha que arrasó el lunes una aldea del municipio colombiano de Salgar, en el noroeste del país, y causó la muerte de al menos 83 personas.

Y es que entre las ruinas en las que quedó la aldea de Las Margaritas han surgido señales de esperanza como el hallazgo con vida de un bebé de once meses, cuyos padres y otros doce integrantes de su familia fallecieron en la avalancha.

El niño tiene traumatismos en el cráneo, tórax y diferentes contusiones pulmonares y ahora está bajo la tutoría de su tía abuela.

Con el optimismo de ese rescate, continúan trabajando los integrantes de los equipos de salvamento bajo la certeza de que las horas juegan en su contra y las posibilidades de encontrar más supervivientes se reducen.

Sin embargo, el caos sigue apoderándose de la zona, que fue arrasada después de que la quebrada Liboriana se desbordara el lunes a causa de las fuertes y constantes lluvias.

El agua fuera de su cauce ocasionó una avalancha que prácticamente arrasó Las Margaritas y afectó tres barrios del perímetro urbano de Salgar, donde los habitantes se resguardan en albergues mientras continúan las labores de rescate y reconstrucción.

Los lugareños todavía mantienen miedo ante el alud del lunes, lo que ha causado escenas de pánico, cuando se expandió el rumor de que había una nueva avalancha en ciernes.

Ante esa situación se produjo una evacuación temporal, según informaron a Efe fuentes del Cuerpo de Bomberos que trabajan en la zona.

Actualmente las autoridades mantienen un control y monitoreo en el área para prevenir otra tragedia, si bien descartaron que se pueda producir otro alud ya que actualmente el cauce del río está «totalmente despejado».

En paralelo a esas labores de búsqueda y control, los equipos intentan elaborar una lista de desaparecidos, cuyo número aún no se ha fijado.

Para conseguirlo deben enfrentar otra tragedia, ya que familias enteras que se encontraban en la zona han desaparecido y no ha quedado nadie para dar parte de ellas, por lo que los rescatistas estiman que el número final de muertos se eleve hasta los cien.

Hasta el momento 83 cadáveres han sido recuperados de la zona de la tragedia y trasladados hasta Medellín, capital del departamento de Antioquia, según el Instituto Nacional de Medicina Legal.

En total, el organismo ha realizado 77 necropsias e identificado plenamente a 54 personas: 29 mujeres y 25 hombres.

Las labores están condicionadas por el lodo y rocas arrastradas por la avalancha, por lo que algunos de los equipos de auxilio explicaron a periodistas que es posible que haya cuerpos atrapados bajo tierra que no puedan ser rescatados.

Mientras tanto, el país se sigue preguntando si la tragedia se pudo haber evitado y si había posibilidad de prever esta catástrofe.

En ese sentido, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, solicitó la intervención de los organismos de control para establecer si el Plan de Ordenación Territorial del municipio advertía un riesgo inminente o si presentaba un escenario a futuro con relación a las condiciones topográficas y climatológicas.

Sobre esa base se determinará si hay lugar a presuntas responsabilidades individuales de los servidores públicos, según Otálora.

Asimismo, pidió tener en cuenta las advertencias del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), según las cuales 57 municipios del país están en alerta roja por deslizamientos.

En paralelo, al Gobierno ha iniciado las labores para reconstruir el municipio y hoy se desplazó hasta Salgar el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao.

Allí tuvo la oportunidad de escuchar las historias y necesidades de los damnificados y se comprometió trabajar para dar una solución de vivienda digna.

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